Inmigrantes o ¿exiliados?
Diario de Noticias, , 18-03-2016Han tenido que pasar más de 50 años, me refiero sólo a la historia reciente, y muchos miles de muertos, sólo este año ya son más de 1.700 y según el proyecto de investigación “The Migrant Files” en el intento de llegar a Europa murieron entre el año 2000 y el 2014, 27.764 personas para que los políticos europeos de los países defensores de la democracia y de los derechos humanos, se hayan visto “obligados” a tomar medidas contra su voluntad y así evitar tantas muertes y solucionar, de alguna manera, el grave problema de esa marea humana que se calcula en cientos de miles de personas, que está dispuesta a perder su vida con tal de llegar a la “tierra prometida”…donde se les recibe, en algunos países con bombas lacrimógenas, chorros de agua e incluso cárcel.
Sin embargo desde el primer momento ya hay problemas: G. Bretaña y otros países no aceptan ni un inmigrante, España dice que su cuota de 1500 y pico es excesiva pues al hacer el reparto no han tenido en cuenta el paro existente. Pero ¿solucionará esta decisión el problema? O ¿sólo será un parche? Porque ¿Qué harán con los siguientes 20.000 que en este momento estarán dirigiéndose hacia Libia? Pueden tardar un año o incluso dos en llegar a la costa, donde se supone que no habrá barcos esperándoles. Como no podrán cruzar el mar ¿Quedará el problema para los dos gobiernos de Libia mientras Europa mira para otro lado, como ha estado haciendo hasta ahora?.
Sin embargo el problema real viene de muy atrás, de cuando algunas naciones europeas invadieron las naciones a las que pertenecen los inmigrantes. Si entonces hubieran creado escuelas, universidades, fábricas, acceso al agua potable, y un largo etc. en una palabra, utilizar la riqueza de cada nación en beneficio de su pueblo en vez de traer la riqueza para Europa, hoy no tendríamos este grave problema.
En mi opinión la solución verdadera del problema no está en Europa sino en sus propios países, pero dadas las condiciones que tienen no podrá ser pronto sino a medio – largo plazo. Pero si no se empieza alguna vez no se solucionará nunca. A nadie le gusta dejar su casa pero son muchos miles los que la dejan, unos para mejorar la situación económica, otros huyendo de la persecución y la muerte en sus países. Pero de sus problemas no sabemos nada, ni como se llaman ni de dónde vienen ni qué familia les espera. Son personas con sentimientos, ilusiones, esperanzas, miedo…como nosotros.
Pero hablemos de los últimos 50 – 60 años. En todos estos años las políticas de los gobiernos europeos han sido restrictivas en cuanto a recibir inmigrantes indocumentados no sólo en número elevado sino ni siquiera cuando eran unos pocos o incluso uno sólo.
En los primeros años 60 navegando hacia Tampa (Florida) tuvimos que cambiar de rumbo por un huracán que nos amenazaba si seguíamos nuestra ruta por las Bahamas. Este cambio nos llevó a navegar por la costa N de Cuba. Una vez dejada la isla por la popa, vimos, casi a la puesta de sol, una embarcación que nos hacía señas. Nos acercamos y al principio no se atrevían a decirnos qué querían pues al ver los colores de nuestra chimenea pensaron que éramos búlgaros. Por fin una mujer dijo “queremos ir a EEE.UU.”. En la embarcación que no sobresalía más de 40 cms del agua iban 8 personas adultas. Al atardecer, por la diferencia de temperatura se levanta una suave brisa que levanta unas olas no muy grandes pero suficientes para que estos ocho hubieran formado parte de las estadísticas de “unos 10.000 balseros muertos en su intento de llegar a EE.UU.
Estas personas nos dijeron que en Cuba había misiles rusos…. Una semana más tarde estalló la crisis de los misiles y comenzó el bloqueo de Cuba. En aquella época era frecuente que se colara algún polizón en los barcos, sobre todo en Africa, y aquí empezaba el problema para el barco y la compañía, pues en ningún puerto les permitían desembarcar, y las autoridades exigían que estuvieran vigilados permanentemente, para lo que había que contratar un servicio de vigilancia, estando en puerto, y el polizón en camarote cerrado con llave. Se dieron casos en los que el polizón estuvo en el barco durante meses. Las normas internacionales prohibían que los polizones trabajaran así que tenías un pasajero que sólo hacía comer y pasear. Estas dificultades para desembarcarlos llevó en dos ocasiones conocidas a que dos capitanes de dos naciones distintas arrojaran por la borda a los polizones. En uno de los casos los polizones fueron recogidos por otro barco y así se supo lo que había sucedido. Al capitán lo juzgaron y le condenaron en su nación.
Los otros polizones arrojados a la mar no sobrevivieron pero algunos tripulantes denunciaron el hecho lo que llevó a la detención del capitán que fue juzgado y condenado en su nación. Un tercer caso fue el de un capitán que se encontró con un polizón a bordo. Al pasar frente a las costas de Liberia se acercó a un kayuko, embarcación hecha con un tronco vaciado muy inestable, donde había un pescador. Le dijeron que le cambiaban su pescado por tabaco y whisky. Como el cambio era muy beneficioso para él aceptó. Enviaron al polizón con el tabaco y el whisky y cuando estuvo en el kayuko levantaron la escala y dejaron al polizón con el pescador. Este caso me lo contaron los tripulantes que lo vieron y algún tiempo después conocí al capitán pues navegábamos en la misma compañía.
Estos casos que no tienen justificación sucedieron por los problemas que creaban las políticas antiinmigratorias pues si no hubiera habido problemas para desembarcar a losa polizones al llegar a puerto, ningún capitán hubiera hecho lo que hicieron estos tres capitanes. Final de la guerra de Viet – Nam. Mucha gente huyó de Viet – nam por mar. Un barco de mi compañía recogió unos 40. Empezaron las negociaciones para desembarcarlos, pero nadie los aceptaba. En el barco no había ni camas suficientes ni siquiera comida para tanta gente pues el cálculo de comida se hacía para la tripulación más un 25%. La compañía decidió pasar a unos 20 a nuestro barco en la entrada del estrecho de Hormuz, entre Irán y la península Arábiga. En el último momento, gracias a la intervención de la Oficina para los Refugiados de la ONU desembarcaron en Omán. Como consecuencia de esta situación hubo barcos que se negaron a recogerlos, limitándose a darles agua y comida. Incluso un barco de guerra hizo lo mismo dejándolos abandonados a su suerte. Este caso tuvo consecuencias pues las autoridades tuvieron conocimiento del hecho.
Sin embargo la auténtica tragedia de los que salían de Viet – nam era otra diferente ya que eran asaltados por “piratas” que les robaban todos sus bienes, se llevaban las mujeres a su barco, asesinaban a todos los demás y hundían los barcos. Cuando volvían a sus puertos asesinaban a las mujeres. Por una de esas situaciones increíbles dos de las mujeres sobrevivieron y pudieron contar la historia. Resultó que los “piratas” eran pescadores. En el golfo de Bengala están en estos momentos 6.000 personas a la deriva, sin agua ni comida, ayudadas por ONG¨s. Ninguna de las naciones de la zona las admite. Son de Bangla – Desh y de Myanmar (Birmania). Estos birmanos pertenecen a una minoría étnica a los que las autoridades de Myanmar no les reconocen ni la ciudadanía. Desde 1988 Myanmar tiene una dictadura militar que detiene, tortura y asesina a todos los opositores especialmente los pertenecientes a las minorías étnicas, violando sistemáticamente a las mujeres. Existe un grupo de militares, algunos de alta graduación que reciben el nombre de “batallón de los violadores”. ¿Se les puede llamar inmigrantes o sería más apropiado llamarles exiliados?.
Los pertenecientes a la étnia Karen son los más perseguidos. Sólo los inmigrantes que nos afectan son los que se hacen visibles pero hay millones de desplazados por guerras, persecuciones, asesinatos, etc. que no vienen aquí Actualmente en Sudáfrica están expulsando a los inmigrantes en la zona de Durban. Muchos llevaban años trabajando en el país. Sin embargo como no nos afectan a nosotros no aparecen ni siquiera en las noticias de prensa. Creo que ya es hora que se revuelvan las conciencias de los dirigentes políticos de las naciones que se llevaron las riquezas de estos pueblos y se pongan a trabajar con los gobiernos de los países afectados para solucionar los problemas de forma definitiva.
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