Las autoridades alemanas parecen decididas a atajar los brotes de violencia xenófoba y racista por parte de grupos de extrema derecha y neonazis en Alemania, protagonistas de los ataques e incendios provocados que sufren los centros de acogida y residencias de refugiados repartidos por todos el país. El ministro federal del Interior, Thomas de Maizière, anunció ayer la prohibición inmediata de uno de los gupos más agresivos del panorama ultra, los Weisse Wölfe Terrorcrew (WWT), la hermandad de los Lobos Blancos que a su nombre de guerra había añadido el calificativo de ‘equipo terrorista’.

La decisión del ministro, que conlleva la confiscación por el Estado de todos los bienes de la asociación, se vió acompañada de registros en quince objetos inmobiliarios, sedes y viviendas, en diez estados federados. La violencia extrema por la que son conocidos los Lobos Blancos obligó a la intervención de comandos especiales antiterroristas de la Policía, que inició la operación antes del amanecer.

Sin anunciar detenciones, De Maizière dijo en Berlín que se trata de una asociación de neonazis que invita a la violencia abiertamente contra el Estado, rivales políticos, inmigrantes y refugiados y que acostumbra a provocar graves enfrentamientos callejeros. «Esta asociación se reafirma públicamente en los valores del nacionalsocialismo y aspira a una dictadura siguiendo su ejemplo. Ese objetivo debía ser conseguido por todos los medios», declaró el ministro.

«Quien practica actos violentos de motivación racista, quien difunde ideología nacionalsocialista, quien quiere acabar con nuestro orden social democrático y libre deberá contar también en el futuro con todas las consecuencias de una democracia que sabe defenderse», dijo a su vez Andy Grote, senador de Interior de la ciudad – Estado de Hamburgo, responsable de la iniciativa para acabar con los Lobos Blancos. De Maizière explicó que su núcleo duro se compone de unas 25 personas, pero no dio cifras sobre el entorno que puede apoyarles. Su líder, cuyo nombre no ha sido publicado, reside en Hamburgo, aunque sus miembros se encuentran repartidos por todo el país.

En ese sentido, el responsable alemán de Interior recordó que la Fiscalía de Bamberg, en el sur del país, abrió el pasado año un sumario contra varios miembros de los Lobos Blancos por formación de una banda criminal. Dos de ellos se encuentran en prisión preventiva. «El sumario contempla planes para ataques a residencias para refugiados», señaló De Maizière. Desde su fundación en 2008, la hermandad ha cometido distintos delitos como el uso de uniformes y simbología nazi, lesiones graves, resistencia a la autoridad e incitación al odio racial. Han protagonizado además violentas peleas con miembros de grupos de izquierda y antifascistas.

La hermandad de los Lobos Blancos se fundó en homenaje al clandestino grupo de rock nenonazi del mismo nombre, que difunde canciones con textos como ‘Cuando nos encontramos de marcha por el país arde en cada ciudad un asilo de refugiados’ o ‘Nada es caro para nuestra fiesta, 10.000 judíos para la hoguera’. La asociación tiene al parecer estrecha relación con el Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD), cuya prohibición estudia actualmente el Constitucional.

En enero el ministro federal del Interior había ordenado la clausura del portal de internet neonazi Altermedia y poco antes había desarticulado y prohibido la organización terrorista neonazi Oldschool Society, cuatro de cuyos miembros serán procesados en Múnich el próximo mes de abril como presuntos integrantes de una organización terrorista.