Ner Group patrocina un equipo de refugiados eritreos
El Proyecto Ciclista Solidario acoge en Idiazabal a un grupo de corredores jóvenes en una labor deportiva y social
Diario Vasco, , 17-03-2016Los patrocinios que han llegado al mundo del ciclismo han sido históricamente de lo más variados: empresas de alimentación, coches, electrodomésticos, informática, bebidas, ropa, bicicletas y todo lo imaginable.
La ONG Proyecto Ciclismo Solidario, con sede en Idiazabal, se ha embarcado este año en una nueva aventura de patrocinio solidario de la mano de la empresa Ner Group. La ONG, que cuenta con quince voluntarios y que ya estuvo el año pasado en el mundo de las dos ruedas con otro proyecto, lo hace en este caso con ciclistas refugiados.
Cinco jóvenes eritreos y un sirio están en Idiazabal, en un piso cedido por el Ayuntamiento, embarcados en intentar ser ciclistas. «Intentamos cambiar vidas a través del ciclismo, mantener un compromiso con la sociedad en un nuevo estilo de relaciones cuyo fin último es el desarrollo humano y sostenible», mantiene Juanje Anduaga, coordinador de ‘Compromiso con la sociedad’ de Ner Group. Cuentan con una academia de patrocinio ciclista, que se une a otros 128 proyectos ya en marcha por parte de la empresa. En este caso, centrado en el ciclismo, aunque el fin primordial «es que se integren en la sociedad porque también reciben clases de idiomas e informática».
Mikel Gurrutxaga es uno de los impulsores de la idea. Trabajador de Ampo, se encontró con que Ner Group (un grupo empresarial que acoge veintiún empresas incluida la suya) estaba interesado en una nueva idea de patrocinio tras la colaboración el año pasado.
Calendario en varios países
El apartado deportivo está en manos del propio Gurrutxaga y de Arkaitz Ruiz de Loizaga, que son voluntarios, y dedican parte de su tiempo libre «además de algunas horas que nos permite la empresa a esta labor». En el proyecto con los refugiados han contado con la colaboración del equipo holandés Marco Polo, que ha tenido corredores de muchos países y ha estado adherido a federaciones como China, Etiopía o Hong – Kong.
«Se enteraron del proyecto que teníamos y se pusieron en contacto con nosotros. Ellos trabajan con refugiados en Holanda, donde hay varios centros de acogida, y nos ofrecieron traer a un grupo de ciclistas aquí. Todos tienen los papeles de refugiados. El único que falta por venir es el sirio. Con la ayuda de Ner Group y los ocho voluntarios que estamos implicados sacamos el equipo adelante». Se les podría añadir un sexto corredor eritreo en algún momento del año.
Hay un chico holandés, Tom Sloot, que es quien les acompañó hasta Euskadi, viviendo en Idiazabal. Mikel Gurrutxaga comenta que «han vivido en campamentos de refugiados en Holanda, donde como es de imaginar no tenían muchas posibilidades de poder entrenar. Desde 2013 han podido tocar poco la bicicleta. Han corrido en Zumaia y queremos cubrir las pruebas que podamos de Euskadi, acercarnos a Cantabria, Francia y Palencia. En marzo y abril van a estar aquí. En mayo, junio y julio volverán a Holanda para correr por allí y luego volverán aquí en agosto y septiembre».
Cada uno de esos cinco jóvenes, entre los 20 y los 24 años, esconde una historia: «Mucho no cuentan, pero ya hay alguno que salió de Eritrea, cruzó el desierto, apareció en Libia, llegó a Italia y desde allí, por los acuerdos que tiene el gobierno holandés fueron a ese país».
Dos de los que estuvieron el año pasado en el equipo correrán en el Aldro de Manuel Saiz, Haile y Kibron. Otro, Tensgen, lo hará en el BH de categoría Continental. El piso en el que viven en Idiazabal lo tienen muy ordenado. Cuentan con un cocinero, también voluntario, Ángel Gómez, que además de hacerle la comida le está enseñando a cocinar. Se trata de ayudarles todo lo posible en su integración.
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