A pesar de la inoperancia oficial, los refugiados siguen intentando llegar a su meta por la vía que sea y fuentes de ongés calculan que unos diecinueve mil han solicitado refugio en España desde 2015, ocho mil de ellos en Andalucía. En general han pasado desde Marruecos o han estado acogidos en los CETIs , y al llegar a la comunidad han sido recogidos por familiares o han emprendido por sus propios medios viaje hacia otras zonas, sobre todo del norte de Europa.

Esas fuentes idican que en su mayor parte son personas procedentes de Siria, pero hay también eritreos, afganos e iraquíes, que huyen de conflictos bélicos o son perseguidos por motivos de raza o religión y a quienes las leyes internacionales obligan a dar asilo.

Estas fuentes se quejan del filtro que en la frontera establecen las autoridades españolas, que en ocasiones cierran el paso cuando han cubierto determinado cupo, hasta el día siguiente,lo que obliga a retroceder a Marruecos a los solicitantes y,por tanto, a perder el dinero empleado en coimas de diversa índole para lograr pasar. El problema está siendo abordado por estas organizaciones con discreción, sin plantear denuncia pública, con responsables del Ministerio de Interior y la Secretaría General de Inmigración. Temen que se dé sesgo político a un asunto estrictamente humanitario.