TRAS EL pacto suscrito con Turquía eL lunes día 7
La UE y Turquía vuelven a la mesa de negociaciones
Comienza una semana clave para reforzar un acuerdo que pone en entredicho la legalidad internacional, los valores europeos y el liderazgo de Angela Merkel
Diario de Noticias, , 13-03-2016La Unión Europea comienza una semana clave con el propósito de apuntalar de manera definitiva el pacto suscrito con Turquía este pasado lunes. Un acuerdo que, sin haber sido todavía sellado, pone en entredicho la legalidad internacional, los valores europeos y la capacidad de liderazgo de Angela Merkel no sólo entre sus socios sino también en su propio país.
El giro dado por los Veintiocho en los últimos días supone un vuelco en la receta suministrada hasta ahora por parte de Berlín al alimón con el ejecutivo comunitario. De manera paradójica, este dudoso salto adelante, que en la práctica es una enmienda a la totalidad a lo defendido por Merkel hasta ahora, puede convertirse en su bote de salvación en los comicios que se celebran hoy en tres estados federados Sajonia – Anhalt (este), Baden – Württemberg y Renania – Palatinado (suroeste) a pesar de que las encuestas vaticinan una importante pérdida de votos para el partido de la canciller.
Merkel se ha quedado sola en Europa con su política de puertas abiertas a los refugiados sirios y se ha enfrentado a una ola contestataria sin precedentes liderada por los países del Este. Fruto de este aislamiento, el régimen de Recep Tayyip Erdogan, ha conseguido, al menos por el momento, una serie de contrapartidas tanto económicas como políticas en plena efervescencia de autoritarismo y retroceso de los Derechos Humanos.
Pocos días antes de la pasada cumbre, Ankara decidió cerrar el principal periódico crítico con el régimen en el país. Un hecho que sólo consiguió arrancar tibios signos de preocupación por parte de las autoridades comunitarias que ya en el mes de noviembre retrasaron la publicación del negativo informe de adhesión sobre Turquía para, oficialmente, no interferir en las elecciones generales del país.
alto precio Pero quizá el precio que la UE tiene que pagar a Erdogan no sería tan ominoso si dentro del plan no se contemplaran acciones que hasta hace poco parecían tabú: la deportación indiscriminada de todo aquel que quiera llegar a territorio europeo a través de las islas griegas sin identificar, tal y como propugna la Convención de Ginebra, entre demandantes de asilo político e inmigrantes ilegales con la esperanza de que sea Ankara la encargada de realizar este cometido o, al menos, que si no lo hace, nadie parezca darse cuenta.
Dentro de esta fe sin fisuras depositada en Turquía, se espera que este mero anuncio sea capaz de servir como dique de contención para frenar la llegada de nuevos migrantes (los migrantes interceptados pasarán a ser los últimos en la lista de demandantes de asilo) y que a cambio los sirios en territorio turco (1,9 millones en estos momentos) puedan ser realojados de manera directa en Europa. Uno por cada deportado en la ruta europea, aunque hay que recordar que en estos últimos seis meses los Veintocho han sido incapaces de reubicar ni siquiera a un 1% de los 160 .000 comprometidos, varados en Grecia e Italia.
Holanda, que ahora ostenta la presidencia de turno de los Veintiocho, ya propuso a finales de enero, esta solución. Entonces, la Comisión Europea fue la primera que esgrimió la incompatibilidad con las leyes internacionales tanto con micrófono abierto como cerrado. Ante la indignación de ACNUR, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados, los expertos jurídicos del equipo de Donald Tusk están trabajando para conseguir, eufemismo a eufemismo, la cuadratura del círculo en un inaudito ejercicio de creatividad jurídica del que no está siendo partícipe la Comisión Europea.
numerosos obstáculos En el horizonte hay numerosos obstáculos y el preacuerdo ya empieza a presentar sus primeras grietas, a pesar de que en la pasada cumbre ninguna voz ni a derecha ni a izquierda del espectro político pareció alzarse sobre las demás. Ni siquiera Alexis Tsipras, que tras el cierre de la frontera Macedonia, teme que Grecia se convierta en un enorme campo de refugiados, abandonado y aislado del resto de Europa.
Pero no todo parece tan fácil, algunos países europeos, entre ellos España e Italia, temen que esta clausura conlleve la puesta en marcha de nuevas rutas (Mar Adriático o Marruecos) al igual que sucedió en el pasado De hecho, en la primavera pasada, los Veintiocho llegaron a un acuerdo para poner en marcha una misión militar contra las mafias en las aguas libias, cuyo éxito o fracaso ha resultado irrelevante debido al auge de la ruta de los Balcanes vigente hasta ahora.
Además, con la tinta ya seca tras el preacuerdo alcanzado la semana pasada, algunos países ven con preocupación uno de los puntos clave del acuerdo: la liberalización de visados que el régimen de Erdogan quiere conseguir en el mes de junio y otros como Chipre se oponen a la apertura de nuevos capítulos en el proceso de adhesión mientras Turquía siga impidiendo el acceso de sus barcos a sus puertos, violando las reglas del tratado de libre comercio con la UE. Todo indica que la nueva cumbre de este jueves y viernes en Bruselas volverá a ser larga.
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