Miles de migrantes atrapados en el barro

en idomeni, más de 19.000 asilados, 4.000 de ellos niños, están expuestos al rebrote de enfermedades de la primera guerra mundial, que provocan gangrena y amputaciones

Diario de Noticias, , 12-03-2016

El drama de los refugiados sigue aumentando y empieza a convertirse en una auténtica emergencia sanitaria. El suelo en Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia, es un barrizal, con agua estancada que rodea todo el campamento y los refugiados, sobreviven con los pies descalzos. Son ya 19.000 las personas atrapadas y castigadas por estas circunstancias, 4.000 de las cuales son niños.

Al igual que los soldados de la Primera Guerra Mundial, algunos están sufriendo ya amputaciones por gangrena. “Los hombres también tienen problemas por traumas, especialmente en los pies, porque siempre están húmedos y no se acaban de curar”, explica Constance Theisn, de Médicos del Mundo.

Según las ONG, en Idomeni, la situación es peor que en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. El frío y la lluvia no perdonan y decenas de embarazadas tienen que dar a luz en el barro. Casi nadie escapa a las enfermedades respiratorias o a la diarrea y las medicinas son escasas y están racionadas. “Estoy enfermo y sólo me han dado tres pastillas, todo el mundo aquí está enfermo”, explicaba un refugiado.

Idomeni se ha convertido en un infierno a la intemperie, al que Grecia quiere poner fin en 48 horas, con el traslado de todos los refugiados de Idomeni a 15 centros de acogida.

Hambrientos y desesperados, los refugiados se pelean por conseguir algo de la comida que llega en los convoyes humanitarios. Mientras, los dirigentes europeos les ignoran y miran a otro lado, concretamente a las repatriaciones desde Grecia a Turquía. Ya se han producido 90 y para la próxima semana quieren multiplicarlas por dos.

vallas en letonia y estonia El drama de los refugiados aumentará más si cabe. Letonia y Estonia planean levantar vallas en sus fronteras orientales con Rusia, proyectos diseñados para reforzar la seguridad de la región báltica que contribuirán también a controlar los flujos de asilados que intenten usar esa vía para entrar en el espacio Schengen.

Desde las autoridades fronterizas de ambos países se insiste en que, aunque las vallas, la limpieza de la vegetación en las zonas de demarcación y el refuerzo de las patrullas permitirán a Letonia y Estonia estar mejor preparadas para gestionar cualquier flujo de solicitantes de asilo, los planes se aprobaron antes de que la crisis de los refugiados en Europa adquiriera su actual dimensión.

Letonia proyecta limpiar un área de doce metros de ancho y levantar una valla de 2,7 metros de altura a lo largo de 92 de sus 276 kilómetros de frontera con Rusia, una zona con densa vegetación y pantanos que dificultan las patrullas de vigilancia y que facilitan a los traficantes locales de ambos lados ayudar en cruces ilegales de la frontera. También Estonia empieza a reforzar su frontera con Rusia, aunque aún se está a la espera de que la Duma apruebe el tratado de demarcación suscrito por los dos países. – Agencias/D.N.

mediterráneo

más de 146.000 llegan por mar en 2016

Han muerto 455. Más de 146.000 refugiados e inmigrantes han atravesado el mar Mediterráneo en lo que va de año y en el mismo periodo 455 han perecido en su intento de huir de una vida de conflicto o persecución, según los últimos datos distribuidos ayer por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). En los dos meses y medios transcurridos de 2016, más de 137.160 inmigrantes o refugiados que alcanzaron las costas europeas eligieron la ruta del Mediterráneo Oriental, entre Turquía y Grecia, una travesía en la que murieron 354 personas. Otros 9.100 escogieron la ruta del Mediterráneo central, entre Libia e Italia.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)