Alrededor de 200 refugiados sirios e iraquís se han manifestado en Idomeni para exigir que se abra la frontera entre Grecia y Macedonia. Los manifestantes, familias enteras, han caminado junto a los railes de la línea férrea fronteriza al grito de “Abrir la frontera”. En el campamento de Idomenei se concentran más de 14.000 refugiados.

Entre los manifestantes estaba Nazim Serhan, un sirio de 44 años, que ha decidido empezar una huelga de hambre frente a su tienda. Serham está en el campamento junto a tres de sus hijos y pide poder viajar a Alemania donde está su mujer, que padece cáncer, y su cuarto hijo. “La quiero ver, aunque sea solo un día”, ha dicho Serham a la prensa.

El chino Ai Weiwe, de los pocos artistas o famosos que han mostrado preocupación por el drama de los refugiados, ha organizado después de la marcha de protesta un concierto simbólico en el campo de refugiados. Bajo la lluvia, la joven Nour Alkhzam, de 24 años, una siria que debido a la guerra hace más de un año y medio que no ve a su marido, ha tocado por espacio de 20 minutos piezas en un piano de color blanco instalado por Weiwei.