Idomeni es el nombre de la vergüenza de Europa, la presente y la futura, cuando tengamos que recordar uno de los pasajes más sonrojantes como europeos. La complejidad del asunto de los refugiados no puede ser la excusa para maltratar a miles de personas que esperan la apertura de una frontera para seguir huyendo del horror. Ni el gobierno griego (ese “de la gente”, como dicen por aquí), que no reconoce el campo, ni ninguno otro de esta Europa gobernada por hombres vestidos con trajes de cientos de euros, parecen aludidos por este drama humano.

La incapacidad de Partido Popular, PSOE, Podemos y Ciudadanos para llegar a un acuerdo que permita a otros partidos apoyar una investidura no se resuelve con la repetición de las elecciones generales: varios digitales recogían la encuesta de El Periódico que mostraba una correlación de escaños del PP a Ciudadanos y de Podemos al PSOE e IU, en el caso de volver a votar. Es decir: los bloques se mantendrían también a finales de junio, con el verano por delante. Así que, más elecciones, más bloqueo.

Llevamos varios días, y los que nos quedan, hablando del ridículo y clasista mensaje de ánimo de Letizia Ortiz a Javier López Madrid, pero, ¿de dónde vienen? Necesitamos ir más allá de la anécdota, porque la filtración de estos mensajes ha sido casual: los que la policía buscaba eran los que habría recibido, supuestamente y según OK Diario, de unos sicarios que habría contratado el amigo de los reyes para deshacerse de una doctora que le había denunciado por acoso sexual, un caso, por cierto, de largo recorrido. Esa es la cuestión.