PPE justifica "necesidad" de acuerdo con Turquía, que divide a socialistas

La Vanguardia, EFE, 10-03-2016

El Partido Popular Europeo (PPE) y parte del grupo socialista, con la excepción crítica de los españoles, justificaron hoy la necesidad del principio de acuerdo migratorio con Turquía, pero mostraron su escepticismo ante el hecho de que eso condicione las relaciones bilaterales en otros ámbitos.

En el debate en el Parlamento Europeo sobre el preacuerdo, que debe cerrarse formalmente en el Consejo Europeo de la próxima semana, a los populares se les unió el tercer partido por número en la Unión Europea (UE), los Conservadores y Reformistas Europeos.

El resto de los partidos políticos más importantes (Liberales, Verdes e Izquierda Unitaria) mostraron también su oposición no solo por el acuerdo en sí, sino también por “los incumplimientos en derechos humanos” por parte del Gobierno turco.

Los líderes de la UE alcanzaron el pasado lunes un principio de acuerdo con Turquía para frenar el flujo hacia Europa de inmigrantes irregulares y refugiados, que incluyen otros 3.000 millones de euros a una partida idéntica ya comprometida.

Ankara, que se compromete a aceptar la devolución de “todos los inmigrantes irregulares que crucen desde Turquía a las islas griegas”, ha exigido que, por cada sirio que readmita, otro sirio sea reubicado a los Estados miembros de los UE.

El acuerdo también incluye agilizar la liberalización de visados, aspecto muy criticado por todos los partidos del PE.

Asimismo, la UE preparará “lo antes posible” la apertura de capítulos nuevos en el proceso de adhesión de Turquía a la Unión.

El jefe de los populares en el Parlamento Europeo (PE), Manfred Weber, afirmó que con este acuerdo “empieza a verse una solución concreta y duradera para poner fin al contrabando de personas y a la inmigración irregular”.

En cambio, advirtió a Turquía de que “debe de cumplir con todas las normativas” para que sea aplicable la liberalización de visados, uno de los aspectos que contempla el acuerdo.

Weber dijo además que la negociación para una futura adhesión de Turquía “es un tema totalmente diferente a la inmigración. Somos muy escépticos con esto porque Turquía debe saber que la libertad de información es determinante”.

El líder de los socialdemócratas, el italiano Gianni Pittella, afirmó que el acuerdo con Turquía “representa un paso necesario para que se disipe toda ambigüedad”, pero “no puede ser una cortina de humo que justifique todo lo que se hace con los refugiados”.

“Turquía debe cumplir todas las condiciones antes de que liberalicemos los visados”, dijo Pitella, quien avisó a Turquía de que “el acuerdo no es un cheque en blanco porque debe respetar todas las normas del derecho internacional”.

Entre las voces discordantes del grupo socialista destacaron las de los españoles, entre ellas la presidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del PE, Elena Valenciano.

“Europa esta abdicando de sus principios y responsabilidades. El preacuerdo que hemos conocido de mala manera es de dudosa legalidad, eficacia y moralidad”, dijo Valenciano durante el debate.

El líder de los liberales europeos, el belga Guy Verhofstadt, apuntó que no negaba que hicieran falta “acuerdos prácticos con Turquía”, pero que esto no lo es porque “les damos la llave de nuestra puerta. Turquía va a decidir quien entra o no en la UE”.

“Es un problema pedir a un país que no acepta los protocolos de Ginebra que se ocupe del problema. Los traficantes van a buscar rutas alternativas por el resto de Europa”, dijo Verhofstadt.

La presidenta de la Izquierda Unitaria Europea, la alemana Gabrielle Zimmer, recordó que “Turquía está lanzando bombas a los kurdos que luchan contra el Estado Islámico” y la UE por su parte está dispuesta a cerrar un acuerdo: “esto es inaceptable”, indicó.

“Se está redefiniendo lo que es un inmigrante y un refugiado dijo Zimmer. Nunca nos hemos alejado de una solución europea como hasta ahora. Quien esté en manos de Turquía tiene un problema muy grande”.

El conservador británico Syed Kamall, del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, el tercero por número de la Eurocámara, señaló que los enemigos de la UE “son los traficantes a quienes no les importa su cargamento humano” y que por eso era necesario un acuerdo.

Pero advirtió contra la “liberalización de visados” porque, consideró, “es una forma de cambiar una presión migratoria por otra”.

Entre los No Inscritos, la presidenta del Frente Nacional francés, Marinne Le Pen, se mostró favorable a la estrategia de que todo inmigrante que llegue a la UE “se le devuelva a su país”.

“Hay que proteger las fronteras y establecer campos de refugiados en los países próximos para que no lleguen con falsas promesas corriendo el riesgo de morir en la travesía”, indicó la líder ultraderechista.

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