Hollande y Merkel quieren convencer a Turquía para que readmita inmigrantes

La Vanguardia, Agencias, 04-03-2016

El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, subrayaron este viernes la importancia de controlar las fronteras exteriores europeas en la crisis de los refugiados, así como de convencer a Turquía de que cumpla su compromiso de readmitir inmigrantes. “Los refugiados sirios (…) deben ser acogidos lo más cerca posible de su país”, señaló Hollande en una comparecencia conjunta con Merkel ante la prensa durante un encuentro preparatorio en París de la cumbre entre la Unión Europea (UE) y Turquía el próximo lunes.

“Alemania y Francia están totalmente de acuerdo en proteger las fronteras exteriores” para que se puedan levantar progresivamente los controles interiores que se han establecido en los últimos tiempos, pero también “por razones de seguridad”, para poder verificar quién entra en el espacio Schengen, dijo por su parte Merkel.

En ese control de las fronteras de Schengen, “Grecia tiene un papel esencial”, pero también Turquía, y de ahí que Ankara haya sido invitada a participar al Consejo Europeo del lunes, añadió.

Avanzó que los europeos hablarán con Turquía de la forma para que ese país “favorezca la readmisión de inmigrantes”. A juicio de Merkel, Turquía tiene interés en “no recibir más refugiados, es decir, llegar a una solución” en el conflicto sirio, pero también en atajar la inmigración ilegal en el mar Egeo, que está en manos de mafias. “Hay un interés común, turco y europeo”, para “acabar con la ilegalidad” y con las muertes de personas que se lanzan al mar para llegar a Europa de forma clandestina, sentenció.

Hollande anunció que Francia enviará un barco a la misión de la OTAN que está vigilando la frontera entre Turquía y Grecia.

La Comisión Europea quiere volver a más tardar a final de año al funcionamiento normal de Schengen, que ahora se encuentra interrumpido en algunos países como Alemania y Austria por los controles internos temporales adoptados a raíz de la crisis de refugiados.

Bruselas pide a Ankara reducción rápida de refugiados a Europa y avanza 95 millones de ayuda

La Comisión Europea ha reclamado al Gobierno turco más acción para reducir el flujo de refugiados e inmigrantes a Europa “drásticamente” y pronto” al tiempo que ha anunciado los primeros 95 millones (para dos proyectos) de euros del paquete de 3.000 millones prometidos a Ankara para apoyar a los refugiados sirios en su territorio a cambio de medidas para frenar la llegada de refugiados a Grecia.

El primer proyecto, con 55 millones de euros que empleará al Fondo de Emergencia de la ONU para los Niños (UNICEF), servirá para dar educación formal a 110.000 menores sirios refugiados en el sureste de Turquía (a sumar a los 200.000 a los que ya financia la UE en este país).

El segundo proyecto, de 40 millones de euros, pretende proveer de alimentación básica a 735.000 refugiados sirios a través del Programa Mundial de Alimentos (WFP), una organización de la ONU, y busca asimismo una repercusión positiva sobre el comercio local.

El comisario no ha querido avanzar una cifra del número de inmigrantes que esperan que Turquía acepte de vuelta desde Grecia próximamente y si esperan que acoja prácticamente a todos los nacionales de terceros países que no sean sirios y se pueda llegar a un acuerdo en este sentido en la cumbre del lunes en Bruselas entre la UE y Turquía, a la que vendrá el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

“No tenemos un número concreto”, ha explicado, sino que se trata de adoptar “un procedimiento” para “devolver a todos los que no están autorizados a quedarse legalmente en Europa”. “No será una cuestión de números sino de un procedimiento a seguir en beneficio de todo el mundo”, ha recalcado.

“La cumbre del lunes con Turquía será decisiva y se tienen que dar pasos concretos para reducir los flujos de Turquía a Grecia, aumentar los retornos y las readmisiones (y) combatir el negocio sucio del tráfico de personas”, ha explicado el comisario.

“Al mismo tiempo, estamos en constante contacto con los Estados miembros para que comience pronto el esquema humanitario”, para garantizar que los refugiados vengan “directamente y de forma segura desde Turquía a Europa”, ha explicado.

Avramopoulos ha dejado claro que “la Unión Europea está comprometida en apoyar a Turquía” y ha anunciado la asignación de los primeros 95 millones de euros de ayuda del fondo de 3.000 millones de euros acordados para apoyar a los refugiados en Turquía con “asistencia inmediata a la educación y humanitaria”.

Grecia, desbordada

La presión migratoria en Grecia aumenta, con 30.000 personas atrapadas tras llegar de las islas del Egeo y no poder continuar su camino debido al cierre de las fronteras de la ruta balcánica, según cálculos del Gobierno griego. Más de un tercio, unas 12.000, se encuentran en Idomeni, en la frontera con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), un campo que en principio solo tiene capacidad para acoger a 2.500 personas.

Según relatan los medios presentes en el lugar, el campamento amaneció hoy convertido en un barrizal tras las lluvias torrenciales que cayeron durante la noche y que incrementan aún más el temor de ONG como Médicos sin Fronteras a brotes infecciosos a causa de la contaminación de las aguas.

La situación se repite, a diferentes escalas, en otras zonas del país, como el puerto del Pireo, el mayor de Grecia y punto de llegada de los refugiados procedentes de las islas del mar Egeo, donde 3.000 personas se han instalado en cuatro salas de espera habilitadas para ello o en tiendas de campaña, ante la falta de espacio.

Antes del cierre de las fronteras, el Pireo era una zona de tránsito donde los que llegaban de las islas pasaban unas horas hasta que eran reubicados en campos de refugiados en otras zonas del país, pero la superpoblación de los centros ha dejado a miles de personas en la calle.

Solo este viernes, más de 6.200 refugiados y migrantes han sido identificados en las islas del Egeo y esperan para ser trasladados desde Lesbos, Chios y Samos a El Pireo y a Kavala, en el noreste del país.

La presión migratoria sobre Grecia aumentó desde que Macedonia decidió permitir el paso por su territorio solo a los sirios e iraquíes portadores de documentos identificativos válidos y cerrar la frontera totalmente para los ciudadanos afganos y el resto de nacionalidades, consideradas automáticamente como migrantes económicos.

El 60% de los que llegan son mujeres y niños, un aumento considerable en comparación con el pasado septiembre, cuando ese grupo era el 27 %, según informó hoy a Efe Katerina Kitidi, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Casi 135.000 migrantes han cruzado el Mediterráneo en lo que va de año, de los cuales más de 125.000 llegaron a las islas griegas, procedentes en su mayoría de Siria, Afganistán e Irak, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

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