«Algunos sirios y libios están dispuestos a arriesgar las vidas y las almas de quienes están bajo su responsabilidad en un peligroso viaje hacia las tierras de los cruzados mercenarios donde gobiernan las leyes del ateísmo y la indecencia». Las imágenes de la procesión de refugiados que desde hace meses llama a las puertas de Europa son fogonazos incómodos para los estrategas del Estado Islámico, que han escalado su retahíla de reproches contra los musulmanes que emprenden viaje al Viejo Continente.

Desde que proclamaran el califato en las tierras conquistadas de Siria e Irak, los yihadistas se han volcado en la tarea de vender las bondades de su invención y recordar a sus «hermanos» de todo el planeta la supuesta obligación de iniciar la hégira (emigración) hacia sus confines con el propósito último de librar la yihad (guerra santa).

La desesperada huida de decenas de miles de sirios amenaza con arruinar su calculada maniobra. «Lo ideal para el IS sería que los refugiados suníes de Siria se desplazaran a sus territorios como parte de la hégira hacia el califato», señala a EL MUNDO el analista Ayman al Tamimi, acostumbrado a bucear en la vasta propaganda que difunde la organización yihadista.

Fieles a ese leitmotiv, los adlátares de Abu Bakr al Bagdadi no han dudado en divulgar vídeos que recogen, por ejemplo, la recepción de refugiados procedentes «de áreas del régimen» en la provincia siria de Deir Ezzor mientras al unísono continúan lanzando mensajes para captar médicos, ingenieros o maestros en Occidente. En los últimos meses, el IS ha multiplicado la difusión de vídeos enfocados en la tragedia migratoria. A mediados de septiembre firmó hasta 14 piezas monográficas en cuatro días. «Es la mayor cantidad de material sobre un único tema difundido hasta la fecha por el IS. El éxodo proporciona una imagen alternativa de la realidad que empaña los fotogramas que la organización ha estado cultivando con dedicación», apunta a este diario Veryan Khan, directora editorial del centro de estudios TRAC (Consorcio de análisis e investigación en terrorismo). «Si el califato es perfecto en todos los sentidos y está hecho a medida para los suníes de todo el planeta, ¿por qué están huyendo?», agrega la investigadora.

La maquinaria del IS ha convertido ese desafío a su narrativa en una herramienta para castigar a quienes, alcanzado por cinco años de guerra civil, protagonizan travesías inciertas. «Deberían saber que abandonar voluntariamente la tierra del islam para viajar a tierra de infieles es un pecado lleno de peligros, el camino hacia el ateísmo y la puerta para que sus hijos y nietos renuncien al islam en favor del cristianismo, el ateísmo o el liberalismo», detalla un artículo de Dabiq, la revista del IS en inglés. La arenga está ilustrada con la fotografía del cuerpo de Aylan Kurdi, el niño de Kobane que murió en septiembre ahogado en una playa turca. «Sus hijos y nietos pueden caer también en la fornicación, la sodomía, las drogas y el alcohol. Si no se dejan llevar por tales pecados, olvidarán la lengua del Corán, el árabe, por lo que retornar a la religión y sus enseñanzas será aún más difícil», asevera el artículo.

«El IS aplica con los refugiados la táctica del palo y la zanahoria. Insisten en que nadie está abandonando la zona por su propia voluntad sino obligado por los ataques aéreos y al mismo tiempo advierten de que es un pecado alejarse de la tierra del islam y que todos aquellos que lo hacen sufrirán un castigo. En los vídeos se repiten esos dos mensajes», explica Khan.

En los fotogramas, la organización explota la imagen de las almas que arrastran sus escasas pertenencias en busca de un destino desconocido. También se hacen eco de las declaraciones de combatientes europeos que ponen sobre aviso a los migrantes: el sueño de prosperidad que persiguen en Europa, arguyen, es una quimera. Los vídeos insisten en que la crisis que centra las discusiones en la UE es parte de la conspiración para socavar al IS.

FUGA DE MÉDICOS
«Más allá de su propaganda, hay que dejar claro que el IS ha contribuido al desplazamiento de los refugiados asediando áreas de Deir Ezzor en poder de Asad y ha sido testigo del éxodo en su propio territorio debido a las bombardeos de la coalición y a la negativa de algunos habitantes a vivir bajo su yugo», advierte el analista Al Tamimi. Uno de los principales quebraderos de cabeza del IS ha sido la fuga de médicos, condenados a jornadas maratonianas en los hospitales del califato. «El IS», explica la experta en terrorismo Veryan Khan, «se ha forjado un nombre explotando refugiados y convirtiendo su estructura en una máquina de tráfico de personas». / F. C.