El 70% de familias inmigrantes atendidas por la Cruz Roja vive con menos de 700 euros
La demarcación es el territorio de Catalunya donde sufren más precariedad laboral ya que el 14% se ven forzados a trabajar sin contrato
La Vanguardia, , 03-03-2016La mitad de las familias inmigrantes atendidas por la Cruz Roja en la provincia de Girona vive con menos de 700 euros al mes y otro 20% no tiene ningún tipo de ingreso. Un estudio elaborado por la entidad, el primero que se centra en el colectivo, pone datos a una realidad claramente palpable: que la crisis ha cronificado aún más la pobreza en la que se han visto abocados muchos inmigrantes.
En la demarcación, más de la mitad de los 2.500 inmigrantes atendidos en el programa de lucha contra la pobreza de la Cruz Roja están en el paro y dependen de ayudas y donaciones para comprar comida. Además, un 14% trabajan sin contrato y uno de cada diez se ha visto forzado a vivir con toda su familia en una sola habitación de alquiler.
El estudio de la Cruz Roja, el noveno que hace su observatorio, pone el foco sobre la realidad que viven los inmigrantes a los que la entidad ha dado dentro del programa de lucha contra la pobreza. En la demarcación, durante el año pasado fueron 2.500. El perfil tipo es el de una familia con un hijo, que ya hace años que llegaron a la provincia de Girona (la mitad llevan más de doce viviendo). La mayoría provienen de Marruecos o de países de América del Sur y, una vez aquí, se han visto atrapadas por la crisis, que las vierte a una pobreza crónica.
Dificultades para comer
De hecho, el estudio de la Cruz Roja, elaborado a partir de encuestas telefónicas, de entrada recoge un dato que evidencia esta realidad. En la demarcación, dos de cada diez familias inmigrantes que atiende la entidad no tienen ningún tipo de ingreso fijo. Y más de la mitad (en concreto, el 63,3%) se ven obligadas a pasar el mes con menos de 700 euros (es decir, por debajo del salario mínimo).
Esta falta de ingresos tiene otras consecuencias directas. “Nos encontramos con que muchos de ellos han de destinar la práctica totalidad de sus ingresos a pagar gastos del hogar”, concreta la responsable del Observatorio de la Cruz Roja, Pilar Millán. Más de la mitad de los inmigrantes encuestados tiene problemas para pagar el alquiler o los recibos (de hecho, arrastran alguna mensualidad) y uno de cada diez se ve obligado a vivir con toda su familia en tan sólo una habitación. Esto también se traduce en problemas a la hora de llevar un plato a la mesa. En las comarcas gerundenses, el 53,4% de los inmigrantes atendidos por la Cruz Roja dependen de donaciones o ayudas para poder comer.
En el caso de las familias que tienen hijos, un 28% admiten que les dan la comida en casa porque no pueden permitirse pagar el comedor escolar. Una de cada cuatro sí deja a los niños a comer en la escuela, sobre todo porque se les ha otorgado una beca comedor. Ahora bien, en el caso de estas familias, el 67,4% admite que tiene problemas para garantizar que sus hijos tengan una buena alimentación cuando llegan las vacaciones.
Demandas de trabajo
El noveno observatorio de la Cruz Roja también analiza cuál es la situación laboral de los inmigrantes atendidos por la entidad. Y aquí es donde también se hacen evidentes las consecuencias de la crisis. Más de la mitad de los encuestados (el 54,5%) no tiene trabajo y un 14% se ve forzado a trabajar sin contrato. De toda Catalunya, la de Girona es la demarcación donde este porcentaje es el más elevado (en el resto de territorios, se mueve entre el 5 y el 10%).
”Las comarcas de Girona son el territorio de Catalunya donde los inmigrantes sufren más precariedad laboral, de hecho, durante estos años de crisis, la mayoría de los que no han perdido su empleo han visto como empeoraban sus condiciones”, concreta Millán. Y eso, en el caso de los que trabajan. En cuanto al resto, la responsable del observatorio de la Cruz Roja concreta que sus prioridades se concentran en dos demandas: trabajo y alimentos.
“En contra de lo que pueda parecer, porque este estudio también nos permite romper tópicos, a la gente no le gusta vivir de ayudas, por lo que nos siguen pidiendo trabajo de lo que sea, sin tener en cuenta las condiciones, para que los se necesitan ingresos estables al mes “, subraya Pilar Millán.
Refugiados
La responsable de Inmigración y Personas Refugiadas de la Cruz Roja en Girona, Anna Serra, reclama “más sensibilización” hacia este colectivo. Serra lo ejemplifica diciendo que, mientras los gerundenses se movilizan por los refugiados, esto no ocurre con aquellos inmigrantes que llevan años viviendo en la demarcación.
“Es importante que haya sensibilización hacia este colectivo, porque tendemos a tratarlos como a extranjeros cuando, en realidad, hace mucho tiempo que están aquí”, concreta Anna Serra. La responsable de la Cruz Roja también lamenta, por otra parte, que cada vez se pongan más trabas administrativas para que los inmigrantes regularicen su situación.
Por último, los datos de la Cruz Roja también recogen como el año pasado la entidad atendió 123 refugiados. La mayoría, un 50%, huían de la guerra civil en Ucrania. El 23% son sirios y otro 7% procedían de Mali. La responsable de la Cruz Roja ha concretado que, aunque puedan parecer cifras modestas en comparación con la avalancha de refugiados que vive Europa, sí evidencian como el número de personas que piden asilo en la demarcación se ha incrementado, y mucho. “Hace unos diez años atendíamos cinco o seis; en 2015 fueron 123”, concluyó.
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