Grecia, desbordada por los refugiados

El Periodico, , 01-03-2016

El cierre de la frontera entre Macedonia y Grecia ha dejado atrapados en este último país a a 30.000 refugiados e inmigrantes . En la localidad fronteriza de Idomeni, se agolpan unas 7000 personas en un campamento preparado para acoger a 1200, a las que se suman otras 3.000 en dos centros improvisados a los alrededores.

Idomeni ha recuperado una relativa calma, despúes de los incidentes del lunes, cuando la policía macedonia dispersó con gases lacrimógenos a cientos de refugiados que se lanzaron contra la valla exigiendo la apertura de fronteras. Las autoridades macedonias mantienen cerrado el paso fronterizo e inmovilizado el tráfico ferroviario, por temor a que la apertura de la verja de los trenes pueda provocar una nueva embestida.

En Idomeni, la mayoría de refugiados son sirios o iraquís, mientras que los afganos o de otras nacionalidades – a los que no se les permite la entrada en Macedonia – parecen haber abandonado el campamento, poniéndose en manos de los traficantes o volviendo a Atenas. A los sirios e iraquís, a los que dejan pasar, se les piden exhaustivos documentos de identidad, que en muchas ocasiones no pueden facilitar.

La oenegé ha afirmado que la falta de capacidad para identificar a los niños que llegan solos a Grecia y viajan a través de países de tránsito como Macedonia, Serbia o Croacia sin ningún servicio que garantice su seguridad o bienestar, “pone a los niños en grave riesgo de sufrir abusos, ser explotados o caer en manos de las redes de tráfico de personas”.

Save the Children ha apuntado que “los gobiernos europeos parecen estar más interesados en proteger sus fronteras que en proteger a la gente”, y ha añadido que “los niños y sus familias llegan buscando protección internacional y la respuesta de Europa es darles con la puerta en las narices y construir muros y vallas para impedirles entrar”.

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