El desalojo parcial de ‘La Jungla’ en Calais, el campamento de refugiados en el que viven unas 4.000 personas que esperan llegar a Reino Unido, ha arrancado este lunes y ha habido disturbios. Las autoridades utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos contra aquellos que opusieron resistencia.

Dos excavadoras participan en la demolición de una zona de chabolas del campamento. La televisión francesa mostró imágenes de cómo eran derribadas las viviendas improvisadas de los inmigrantes . Varias organizaciones de ayuda humanitarias trataron de impedir el desalojo mediante protestas y acciones.

La prefectura calcula que las labores llevarán varias semanas. Todos aquellos que se vean afectados por el desalojo serán debidamente reubicados, aseguró. Entre 800 y 1.000 migrantes que viven en la parte sur del asentamiento de tiendas y barracas se verán afectados, según cifras oficiales.

Tras el anuncio del Gobierno francés, un tribunal administrativo en Lille ratificó la semana pasada el desalojo en la parte sur del campamento. El tribunal intervino ya que varios migrantes y organizaciones humanitarias presentaron recursos contra la medida.

Cientos de personas se acumulan en Calais desde hace años con el objetivo de cruzar ilegalmente a Reino Unido, donde esperan tener mejores oportunidades, por lo que ni siquiera solicitan el asilo en Francia.

“La acción de protección que lleva a cabo el Estado en Calais no la entorpecerán los que utilizan e instrumentalizan a los inmigrantes ”, aseguró en un comunicado la Prefectura, que criticó a quienes tratan de impedir el desmantelamiento. A ese respecto, criticó la acción en “La Jungla” de personas que “van contra los objetivos humanitarios del Estado” y “ejercen una presión inaceptable sobre los inmigrantes ” para que no acepten las soluciones alternativas.

Según diversos medios, al menos una persona ha sido arrestada por tratar de convencer a los inmigrantes de que no fueran a los centros de realojo alternativos propuestos por las autoridades. La Prefectura denunció que algunos “activistas extremistas” han tenido “comportamientos irresponsables” y han llegado incluso a impedir a los inmigrantes que suban a los autobuses que les llevaban a los centros oficiales.

Se han registrado agresiones contra los agentes de la Prefectura que desde el pasado jueves proponen albergues alternativos provisionales. Ese día, la justicia dio su luz verde para que la parte sur de “la jungla” fuera desmantelada, y desestimó así el recurso interpuesto por varias organizaciones que consideraban que el Estado no ha previsto suficientes camas para acoger a todos los inmigrantes .

Estas asociaciones temen, además, que por miedo a ser fichados y alejados de la frontera con el Reino Unido – que es su objetivo – , muchos acaben en otros campamentos clandestinos más precarios que el de Calais.

La delegación del Gobierno precisó que, además del campamento de contenedores habilitado en los aledaños de “la jungla”, se han previsto plazas de acogida en centros repartidos por todo el país.

La CE pide explicaciones a Bélgica por reintroducir los controles en su frontera

Bélgica ha interceptado a más de 600 personas desde que el pasado martes decidió imponer controles en su frontera con Francia, ante el inminente desalojo del cercano campo de refugiados conocido como la “jungla” de Calais, informó un portavoz de la Policía Federal.

Un total de 619 personas que trataban de entrar en Bélgica de manera irregular desde Francia han sido localizadas por las fuerzas de seguridad del país, de las que 334 se encontraban ya en territorio belga y otras 285 no habían cruzado aún la frontera. Esta última cifra no incluye a aquellos inmigrantes que no llegaron a acercarse al territorio belga al vislumbrar los controles policiales, que estarían actuando como un elemento de disuasión, explicó el portavoz.

La Comisión Europea (CE) ha pedido “aclaraciones” al Gobierno belga sobre su decisión de restablecer temporalmente controles en la frontera con Francia ante el desmantelamiento previsto de la parte sur del campamento de inmigrantes de Calais, en el norte. “Puedo confirmar que la Comisión ha enviado una carta a las autoridades belgas pidiendo aclaraciones sobre su notificación” del restablecimiento de los controles, dijo la portavoz comunitaria de Migración e Interior, Natasha Bertaud. “Las aclaraciones se refieren a la base legal” de la decisión, “la duración y la justificación de los controles”, indicó, además, sobre la carta remitida al ministro belga de Interior, Jan Jambon, por el comisario europeo de Migración e Interior, Dimitris Avramópulos, el pasado jueves.

Bélgica ha reforzado los controles en la frontera franco – belga porque teme que los inmigrantes indocumentados que aguardan en el campamento de Calais para tratar de llegar de forma clandestina al Reino Unido pasen al lado belga e intenten llegar a su destino a través del puerto de Zeebrugge.

El diario belga La Libre Belgique, que ha tenido acceso a la carta de Avramópulos, afirma en su edición digital que la CE considera que Bélgica no respeta los acuerdos de Schengen. “La reintroducción de controles en las fronteras interiores según los artículos 23 y 24 del Código de fronteras Schengen requiere de una notificación a la Comisión y a los países miembros antes de la reintroducción planificada (al menos cuatro semanas antes)”, señaló Avramópulos a Jambon, según el diario belga. “En el caso de que se requiera una acción inmediata, como la que parece que es la situación descrita en su carta, el artículo 25 del Código de fronteras Schengen se aplica. En ese caso los controles en las fronteras no pueden ser introducidos más de 10 días”, recalcó el comisario, quien instó a Bélgica a notificar a la CE si ese es el caso o de lo contrario “poner fin” a los controles.

El comisario va más allá y pide a Jambon que si quiere solicitar la aplicación del artículo 25 debe “explicar la naturaleza de la grave amenaza a la política pública y la seguridad interior y aportar cifras o datos que demuestren la necesidad y la proporcionalidad de la decisión de reintroducir controles temporales en la frontera”, señala La Libre Belgique.

El gabinete del ministro de Interior explicó a raíz de la carta del comisario “que habrá una reunión el próximo lunes” sobre esta cuestión con la Comisión. El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, ha calificado la decisión belga de “extraña” cuando participó en una reunión de los ministros del ramo en Bruselas esta semana.

El primer ministro belga, Charles Michel, explicó en una entrevista al diario Le Soir que Jambon estuvo en contacto con su homólogo galo y con el jefe del Gobierno, Manuel Valls, para pedir que Francia resuelva la situación en Calais, pero admitió que no informó a París de la reintroducción de controles.