donostia – Más de un centenar de personas desafiaron ayer al viento y al frío en Donostia para participar en una marcha en la que reclamaron a los gobiernos europeos una respuesta “rápida” a la situación de “exterminio” que padecen los refugiados a las puertas de Europa.

La manifestación, que forma parte de la iniciativa Marcha europea por los refugiados que se celebró simultáneamente en otras ciudades, arrancó al mediodía desde el centro Kursaal bajo un fuerte viento racheado y concluyó en la escultura de la Paloma de la Paz de Néstor Basterrexea, colocada al final del paseo de la Zurriola.

Tras una pancarta en la que se leía en euskera y castellano Bienvenidos refugiados. Traed a vuestras familias, desfilaron, entre otros, el diputado de Cultura de Gipuzkoa, Denis Itxaso, y la coordinadora general de Aralar, Rebeka Ubera.

El portavoz de los organizadores de la protesta, Juantxo Domínguez, señaló a los medios de comunicación que se trata de “remarcar que un día como hoy en Lesbos los refugiados lo pasan pésimamente” a causa del “desgobierno” de Europa.

Por ello, exigió “que se actúe inmediatamente” porque “la tragedia es cada vez mayor” y comparó el sufrimiento de los refugiados con la “época nazi”, ya que “se trata de un exterminio a las puertas de Europa”.

Domínguez incidió en que la manifestación intenta dar un “aldabonazo” a los gobiernos europeos “para que sepan que los ciudadanos están organizados” pero corresponde a los ejecutivos paralizar “totalmente la situación” en la que se encuentran los refugiados.

En el mismo sentido se manifestó Itxaso, quien quiso mostrar con su presencia el “apoyo de la Diputación de Gipuzkoa” a una causa que responde a una situación “injusta”, al tiempo que consideró “absolutamente incomprensible” que no “se haya abordado con más celeridad”

A su juicio, la ciudadanía asiste a la “vergüenza europea” de no dar una respuesta rápida a la “necesidad imperiosa” de los refugiados, que se mostró con “total crudeza, aún más, en invierno”.

Las personas, tanto en Europa como en Gipuzkoa, han mostrado su solidaridad, pero “son las instituciones quienes no están a la altura” por lo que es necesario “alzar la voz y mantener la tensión de la movilización” para acabar con esta situación, remarcó.

Entre los participantes figuró también una representación de la Plataforma de Mujeres Migradas y Refugiadas, que está en proceso de constitución a nivel del Estado, y cuyo objetivo es visibilizar este colectivo.

Según explicó Patricia Ponce, una de sus integrantes, la plataforma tiene previsto organizar desde Donostia un grupo de enfermeras para ayudar a los refugiados en las islas griegas.

protesta a nivel europeo La protesta tuvo su réplica en casi un centenar de ciudades europeas y, por supuesto, en las capitales vascas.

En Bilbao, cientos de personas se manifestaron por la Gran Vía para denunciar que Europa “fortifica y militariza” sus fronteras para impedir que personas que huyen de conflictos y de la miseria puedan entrar en sus países miembros. El año pasado murieron más de 3.700 personas en el Mar Mediterráneo y en enero de 2016 se han contabilizado más de 250, lo que supone ocho al día, recordaron los manifestantes.

En Vitoria, la plaza de la Virgen Blanca fue el escenario de una concentración donde un centenar de personas denunciaron la lentitud de los gobiernos europeos en los procedimientos de reubicación de las personas refugiadas tras una pancarta en la que se podía leer Esta Europa mata: por los derechos de las personas migrantes y refugiadas.

Y en Pamplona, la iniciativa Iruñea Ciudad de Acogida convocó a decenas de personas en una manifestación, entre la plaza del Ayuntamiento y la del Castillo, en la que exigieron “el establecimiento de vías seguras de acceso a Europa” para los refugiados y para pedir “la inmediata acogida en Navarra de al menos las 300 personas que le corresponden del cupo europeo”. – Efe