Los voluntarios eibarreses tienen abierta una cuenta en la que centralizan todos los ingresos que están recibiendo. «Nosotros nos hemos costeado los vuelos, la estancia, los viajes. Todo. El dinero que la gente está metiendo en la cuenta o bien lo vamos a dar a las ONGs directamente o cuando estemos una vez allí gastarlo en las necesidades que en ese momento tengan ellos», explicó Ane Ojanguren. Los que quieran contribuir tienen a su disposición el cuenta de Kutxabank: ES 78 2095 5035 0091 1573 1200.

Manu Ledo y Ane Ojanguren están recibiendo muchas ayudas y apoyos. Por ejemplo, desde el ayuntamiento armero o la Sociedad Deportiva Eibar. «Estamos recibiendo muchas respuestas», afirmaban sonrientes. «Pero hacen falta más voluntarios. Y, sobre todo, si quieres ir de voluntario búscate el respaldo de una organización sin ánimo de lucro. No hay que ir por libre. Si no puedes tener problemas». Según los eibarreses, «para Europa el problema es de Grecia y de Turquía. Pero si no ayudan allí todas estas organizaciones ¿cómo estaría la situación?. Habría una crisis humanitaria espectacular», asegura convencido Ledo.

«Yo no veo enemigos»

«Tenemos que animar a la gente a que vaya. Hay que sensibilizar a las personas. Y luego, cuando volvamos, transmitir a todos lo que hemos visto. Lo que hemos hecho. Eso también va a ser muy enriquecedor para nosotros», aseguró Ane Ojanguren. El viaje y la experiencia de los eibarreses podrán ser seguidos a través de sus cuentas en Facebook.

«Yo estoy psicológicamente preparada para todo lo que nos podamos encontrar. Tal vez no físicamente porque sé que vamos a tener mucho trabajo. Más de lo que pensamos», asegura Ane Ojanguren. «Sabemos que es muy difícil convencer a la gente para que participe en estas cuestiones. Pero tienes que ser generoso, tienes que ser solidario. Yo no veo enemigos, para mí son personas. La gente suele mezclar las cosas», explica Ledo. «Solemos hablar entre nosotros que a nuestros hijos queremos decirles que igual algún día esas personas refugiadas podemos ser nosotros. Huir de la guerra es lo más normal del mundo. Lo ha hecho todo el mundo. Algún día esto nos puede tocar a nosotros. El asilo es un derecho», recuerdan. «Nos olvidamos muy pronto de lo que nos ha pasado. Lo que pasa en otros sitios nos da igual».