Grecia acusa a Austria de “acción hostil” y llama a consultas a su embajador en Viena
Tsipras amenaza con vetar las resoluciones de la UE hasta que los países apliquen las cuotas de refugiados pactadas
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 26-02-2016BRUSELAS – Los ministros europeos del Interior constataron ayer en un ambiente tenso, especialmente entre países como Austria y Grecia, las dificultades para avanzar unidos frente a la crisis de refugiados y se marcaron la cumbre con Turquía del próximo 7 de marzo como fecha límite para lograr una solución. “En los próximos diez días necesitamos resultados tangibles, porque de lo contrario corremos el riesgo de que el sistema colapse por completo”, advirtió el comisario europeo de Migración e Interior, Dimitris Avramópulos.
Los Veintiocho celebraron un almuerzo de trabajo con el viceministro turco de Interior, Sebahattin Ozturk, precisamente para allanar el camino de cara a la cumbre del día 7 en la que se abordará el plan acordado con Ankara en octubre para contener la llegada de refugiados a la UE a cambio de 3.000 millones de euros. “El problema no se ha solucionado”, apuntaron ayer fuentes comunitarias, que reconocen que el flujo no se ha reducido lo suficiente.
El recrudecimiento de la crisis por la llegada de refugiados a través de los Balcanes occidentales fue objeto de un desayuno de trabajo en el que solo participaron los países más afectados y luego fue tratado en la sesión plenaria, en la que el enfrentamiento entre Austria y Grecia alcanzó su punto álgido. La ministra del Interior austríaca, Johanna Mikl-Leitner, caldeó el ambiente ya a su llegada a la reunión cuando declaró ante la prensa que, si Grecia controlase como es debido su frontera exterior, no sería necesario que Austria tomase medidas unilaterales. El ministro griego de Política Migratoria, Ioannis Mouzalas, manifestó su hartazgo y recordó a la titular austríaca que sus socios son los griegos y los europeos, y calificó de “acciones hostiles” las medidas adoptadas por Viena. Chipre e Italia se mostraron comprensivos con el enfado griego y adoptaron una línea similar, al reclamar que se cumplan las medidas que ya se han adoptado y se dé una respuesta verdaderamente europea, mientras que otros como Luxemburgo, Bélgica y Francia intentaron mediar entre Austria y Grecia para calmar los ánimos.
En paralelo se conocía la decisión de Atenas de convocar a consultas a su embajadora en Viena, Jrissula Aliferi, lo que elevaba el enfrentamiento a otro nivel. “No estamos de acuerdo con las medidas unilaterales y por lo que hemos oído aquí muchos Estados miembros también están en desacuerdo con el enfoque desordenado”, apuntó el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, tras participar en la reunión de ministros.
Por su parte el primer ministro griego, Alexis Tsipras, había afirmado antes que Grecia vetará acuerdos políticos en la Unión Europea mientras los socios no apliquen lo pactado sobre el reparto de refugiados. “Grecia no va a dar a partir de ahora su consentimiento a acuerdos legales mientras los estados miembros no hayan aplicado sus compromisos” sobre el reparto de refugiados, dijo Tsipras en una intervención ante el Parlamento. “Si algunos piensan que pueden elevar vallas, deben saber que no lo aceptaremos y que Grecia reaccionará”, añadió.
Tsipras subrayó que hasta ahora la gestión de la crisis en Europa “es decepcionante”, y afirmó que “las normas y acuerdos comunes o se aplican a todos o no existen.” “En verano Grecia fue duramente criticada en el nombre de las reglas comunes y del cumplimiento de los pactos. Ahora se demuestra que la presión sólo vale para algunos”, añadió.
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