para distribuirlos
Hungría reta a Bruselas y convoca un referendo contra las cuotas de refugiados
Austria y los Balcanes acuerdan frenar juntos la ola migratoria al margen de las directrices emanadas de la UE
Deia, , 25-02-2016Budapest – El primer ministro de Hungría, el conservador Viktor Orbán, anunció ayer que su Gobierno organizará un referéndum sobre el plan europeo de cuotas obligatorias para distribuir a los refugiados entre los países comunitarios. “¿Quiere que la Unión Europea (UE) disponga, sin el consentimiento del Parlamento (de Hungría) sobre el asentamiento de ciudadanos no húngaros en Hungría?” será la pregunta en esa consulta, en la que el Ejecutivo espera que gane el no.
“El que vote con un no, votará por la independencia de Hungría”, aseguró en rueda de prensa Orbán, que se ha opuesto desde el inicio al sistema de cuotas obligatorias para reubicar a los refugiados.
El primer ministro no especificó cuándo será la consulta a la que serán convocados ocho millones de húngaros con derecho a voto. “La democracia en una de las bases más importantes de la UE. No podemos tomar decisiones sin consultar a la gente”, agregó Orbán, que en los últimos meses criticó en numerosas ocasiones las políticas europeas en la actual crisis migratoria.
“La pregunta más importante es quién compone la nación”, aseguró el primer ministro, que señaló que una institución supranacional no puede imponer decisiones tan importantes y volvió a considerar que los refugiados ponen en peligro la identidad europea. Estas cuotas modificarían “la identidad cultural y religiosa de Europa”, añadió, recalcando que “ni Bruselas ni ninguna institución europea tiene derecho a eso”.
La Europa del este Hungría, junto a otros países del Este como Polonia, República Checa y Eslovaquia, se opone al sistema de cuotas fijado el pasado septiembre. Hungría ya presentó el pasado diciembre un recurso contra esta decisión ante el Tribunal Europeo de Justicia. Según el sistema de cuotas, Hungría, un país de unos diez millones de habitantes, debería acoger a 2.352 refugiados.
El Gobierno de Orbán selló el pasado otoño sus fronteras meridionales con vallas para detener los refugiados y ha ofrecido ayuda material y humana a Macedonia para cerrar también sus fronteras con una alambrada.
Orbán dijo ayer que “el camino elegido por el Gobierno (húngaro) es parte de la política eur opea” y animó a otros países a seguir esta solución contra la adopción de cuotas. En esa política de romper consensos, Austria y nueve países de los Balcanes Occidentales acordaron ayer en Viena reforzar su cooperación para frenar la ola migratoria con nuevas medidas nacionales y regionales, con el objetivo declarado de “forzar” una respuesta común de los países de la UE a la crisis de los refugiados. La ministra del Interior austríaca, Johanna Mikl – Leitner, destacó ante la prensa que “no se puede seguir como el año pasado”, cuando cientos de miles de refugiados e inmigrantes pasaron por la llamada ruta balcánica para llegar a Austria, Alemania o países como Suecia.
En una declaración conjunta, los diez Estados que se dieron cita en Viena destacan la necesidad de una “gestión eficaz de la migración”, lo que exige “más coordinación y cooperación, siempre en cumplimiento del derecho internacional y europeo”. Recuerdan que las personas necesitadas de protección deben recibir cobijo “lo antes posible y lo más cerca posible de sus países de origen”, mientras que aquellos que llegan a Europa han de ser repartidos mejor por los Estados europeos.
Por otra parte, resaltan que el “derecho al asilo no contiene el derecho de elegir el país”, al tiempo que “se deben evitar cargas excesivas a algunos socios”. La conferencia acordó “intensificar notablemente la cooperación y el apoyo mutuo” a lo largo de la ruta balcánica, incluido el envío de policía a las fronteras más afectadas por la ola migratoria, en particular los límites entre Macedonia y Grecia. De hecho, el gran ausente de la reunión de Viena fue Grecia, primer país de entrada para los refugiados en la UE, donde suelen llegar a través del mar Egeo desde Turquía.
Desde Atenas, pero también desde la Comisión Europea y Berlín, llegaron duras críticas a este encuentro, al considerar que socava la búsqueda de una solución conjunta a la crisis. Mikl – Leitner respondió ayer que los países de la ruta balcánica y Austria se vieron “obligados a tomar medidas nacionales” para forzar así una reacción conjunta de los veintiocho miembros de la UE.
El Gobierno austríaco se alejó hace unas semanas de la posición compartida con Alemania de mantener las puertas abiertas a los refugiados al establecer un límite máximo de acogidas, con 37.500 solicitudes de asilo este año. El año pasado, Austria recibió a 90.000 refugiados y en lo que va de año ya son más de 10.000 personas. Así, la república alpina es, junto con Alemania y Suecia, el país que más inmigrantes ha recibido hasta ahora.
Efecto dominó Estos límites han obligado, en un efecto dominó, al resto de los Estados de la ruta de los Balcanes a restringir también la llegada de refugiados por el temor a que queden varados en su territorio.
En todo caso, el ministro austríaco de Exteriores, Sebastian Kurz, insistió tras la conferencia de ayer que el objetivo final sigue siendo una solución europea. “Pero necesitamos medidas nacionales y regionales porque, si no, nos veremos desbordados”, manifestó el jefe de la diplomacia austríaca.
En la reunión de ayer participaron responsables de Interior y Exteriores de Austria, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Bulgaria, Montenegro, Macedonia, Albania y Kosovo.
Austria y cuatro de esos países (Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia) acordaron la semana pasada un estricto sistema de control para que no pueda pasar la frontera greco – macedonia ningún refugiado que no acredite provenir de una zona en guerra. Además, Macedonia niega desde el domingo la entrada a gran parte de los afganos.
Esta decisión, junto con un control reforzado a los refugiados a los que todavía se permite entrar (sirios e iraquíes), ha generado aglomeraciones y protestas en la frontera entre Grecia y Macedonia. Otros participantes en la reunión defendieron la necesidad de adoptar medidas comunes ante la llegada de la primavera. -
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