Las estadísticas exactas escasean, pero se calcula que en el Reino Unido residen unos 200.000 españoles. De ellos solo la mitad están inscritos en el consulado español. El perfil y las circunstancias de los que se instalan en suelo británico indican que apenas les afectarán los recortes de ciertos beneficios sociales incluidos en la reforma que plantea Londres, porque la inmensa mayoría no los cobra. El freno de emergencia afectaría a un total de 84.000 familias de inmigrantes europeos, que perciben las prestaciones por hijos y créditos fiscales, para complementar los salarios más bajos. Los inmigrantes procedentes de Polonia e Irlanda, por este orden, son los más beneficiados por ayudas a los hijos, que siguen residiendo en sus respectivos países.

Los españoles son un caso muy diferente, porque en general los miembros de familias con hijos no se arriesgan a emigrar. El 70% de los llegados al Reino Unido son jóvenes entre los 20 y los 35 años y rarísimamente tienen hijos a su cargo. El principal motivo por el que deciden instalarse en el allí es la búsqueda de un trabajo y unas mejores condiciones laborales. El segundo motivo es el aprendizaje del inglés y el realizar algún tipo de estudio. Un porcentaje ligeramente superior al 60% tiene título universitario.

Se ponen a trabajar rápidamente en lo que sea para salir adelante. No llegan buscando ayudas sociales. Muchos ni siquiera saben que existen, comenta el ejecutivo de un banco español en Londres, donde acuden recién aterrizados a abrir una cuenta corriente. Algunos ni siquiera se preocupan de inscribirse en el médico de cabecera de su barrio. La mayoría no tiene responsabilidades familiares, y tampoco piensan quedarse aquí de por vida. Si les sale algo en España aceptable, se vuelven. De acuerdo con las estimaciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García – Margallo, sólo unos 2.000 españoles residentes en el Reino Unido reciben los créditos fiscales que se pueden verse afectados por el freno de emergencia.

Las ayudas y créditos fiscales en el corazón de la disputa son exclusivos del sistema británico. El Gobierno de David Cameron piensa que, si bien su cuantía es limitada, atraen como un imán a los inmigrantes , cuya cifra pretenden reducir desde hace tiempo, sin logarlo. Los expertos dudan que el número de inmigrantes se vaya a reducir de esta forma. Quienes no encuentren trabajo en sus respectivos países, seguirán buscándolo en el Reino Unido, donde la tasa de paro es del 5,4% y la economía marcha relativamente bien.