Siete de las principales ONG de defensa de la infancia han exigido a la Unión Europea un plan urgente para afrontar la crisis de los refugiados. Y, especialmente, que se tomen medidas específicas para proteger al colectivo más frágil de todos los que huyen de la guerra: los menores de edad. Estos, han asegurado, representan ya casi un tercio del total de personas que llegan al continente y, para colmo, muchos llegan solos.

“Son los más vulnerables en las rutas de migración hacia Europa”, ha asegurado Ricardo Ibarra, de la Plataforma de Infancia, una de las ONG participantes. “Están expuestos a hipotermias, a afecciones respiratorias y, por desgracia, también a morir”. En el último año, ha asegurado, más de 500 niños han perdido la vida intentando llegar a Europa. Calculan que, desde comienzos de 2015, más de 290.000 han huido de la guerra en sus países de origen. “Además, como ya alertó Europol, se ha perdido la pista a más de 10.000 menores de edad que han llegado sin estar acompañados de adultos”. Existen pruebas, ha recalcado, para sospechar que al menos una parte ha caído en manos de mafias que esperan explotarlos laboral o sexualmente.

Ante esta situación, las siete ONGs han presentado diez propuestas sobre las que creen que Europa debería basar sus políticas sobre refugiados menores de edad, para la que proponen la elaboración de un Plan Europeo de Protección para Niños no Acompañados o Separados de sus familias. Estas incluyen aumentar la prioridad de la protección del menor, la identificación y el control de dónde están desde que llegan a Europa, la garantía de su escolarización y acceso a los servicios sanitarios en todas las etapas de su camino, la lucha contra la trata y el esfuerzo por reunirlos con sus familias.

“Creemos que no se está haciendo lo suficiente. Estamos ante una crisis humanitaria que no está siendo gestionada”, ha afirmado Andrés Conde, presidente de Save The Children España. “Tenemos que tomar decisiones que miren tanto la eficacia como la dimensión humana del problema”. El problema, ha recordado Ibarra, no es solo una cuestión de solidaridad, sino también de justicia y de derechos. “El derecho al asilo está reconocido como tal”, ha apuntado Javier Martos, de Unicef.

Desde las ONG también han denunciado que Europa no está cumpliendo ni siquiera con los compromisos que decidieron los países miembros entre sí. “No se están cumpliendo con las cuotas previstas”, ha recordado Conde. España, ha explicado, apenas ha reubicado a una veintena de personas de los más de 15.000 que se había comprometido a traer. “Tienen miedo a un efecto llamada”, ha afirmado.

También, ha explicado Conde, la falta de voluntad política está frenando las ganas de ayudar de la sociedad civil española. “En España hay muchísimas familias que ya han pedido poder acoger a asilados, pero simplemente se las ha ignorado”, ha sentenciado. Patricia Moreira, de Ayuda en Acción, ha insistido en este mensaje. “Parece absurdo que con esta voluntad de ayudar no se pueda seguir adelante”.