Organizaciones No Gubernamentales de defensa de la infancia han exigido est miércoles a la UE una solución inmediata a la situación de los refugiados, entre los que cada vez hay más menores, y han alertado de que por primera vez desde el inicio de la crisis son mayoría las mujeres y los niños, el 60% de los que están de tránsito por Europa.

Con motivo del Consejo Europeo que celebran mañana en la UE, las principales ONG de protección de los menores han hecho un llamamiento conjunto al Gobierno español y a los europeos para den una respuesta integrada en esta crisis, cumplan sus compromisos de reubicación y “eviten que la crisis de refugiados se convierta en una crisis de derechos humanos”.

Uno de cada tres refugiados son niños, han insistido las ONG, quienes han destacado que los flujos de refugiados van cambiando y en estos momentos los rostros son mayoritariamente son de mujeres y menores.

En un decálogo de propuestas, propone que se apruebe un Plan Europeo de Protección para los Niños no Acompañados o Separados de sus familias, potenciando la reubicación familiar; prioridad en la lucha contra la trata y garantizar el acceso a la salud y a la educación, entre otros derechos, de los niños en todas las fases del viaje.

Las organizaciones sociales han pedido a España “que sea un ejemplo para Europa y cumpla ya con sus compromisos”.

“Podemos hacer mucho más y tenemos la obligación legal y moral de hacerlo; no es una cuestión de solidaridad, es una cuestión de justicia”, ha asegurado Ricardo Ibarra, de la Plataforma de Infancia, quien ha recordado que los estados deben cumplir la Convención de los Derechos del Niño.

Desde Unicef, Javier Martos ha señalado que estamos ante una “situación de emergencia, porque están muriendo niños cruzando el mar” y ha advertido del aumento de menores no acompañados cruzando fronteras y “expuestos a las mafias y a la explotación laboral”.

“Entendemos que la UE como potencia debe tomar cartas en el asunto, no solo en el ámbito humanitario, sino también parando la guerra”, ha indicado el responsable de Unicef.

Para Andrés Conde, de Save the Children, “no se está haciendo lo suficiente y no se percibe voluntad política para atajar este conflicto humanitario sin precedentes”. “Hay deberes morales y legales con estas personas”.

José María Faura, de Educo, ha denunciado que los menores no acompañados están “compitiendo con otros inmigrantes respecto a trabajos, con lo que está aumentando el trabajo y la explotación infantil”.

Todas las organizaciones han lamentado cómo están aplicando los gobiernos europeos, los acuerdos de reubicación de las personas llegadas a Italia y Grecia, y han recordado que de las 160.000 personas comprometidas por la UE, sólo se han reubicado 400, y en el caso de España 18 personas, de los 16.000 comprometidos.

“Hay gente disponible en España, ONG, ayuntamientos que se han ofrecido para acoger a los refugiados; es una cuestión de falta de voluntad política y debemos exigir que se cumplan los acuerdos”, ha señalado el representante de Educo.

Para Patricia Mireira, de Ayuda en Acción, “España no debe tener excusa, ni disculpa para taparse los ojos; la sociedad española quiere ayudar y parece francamente absurdo que con estas voluntades no sean capaces de hacerlo”.

El responsable de la Plataforma de Infancia ha advertido que el Comité de Derechos del Niños evalúa la actuación de España en este ámbito y ha lamentado que estemos “claramente incumpliendo” con las obligaciones que establece.

Respecto a los menores refugiados que llegan a Melilla, el representante de Save the Children ha propuesto que aumenten los traslados a la península y que se adapten los Centros de Estancia Temporal para acoger a familias, ya que hasta ahora los ocupantes eran inmigrantes normalmente hombres.

A este encuentro conjunto, también se ha sumado Plan Internacional y Wold Vision Internacional.

Por parte, Cruz Roja ha apelado a establecer rutas legales y seguras para los refugiados y ha condenado “las más de 400 muertes registradas en los primeros 45 días del año por ahogamiento” al tratar de acceder a Europa a través de Turquía.

“Estas muertes innecesarias son una vergüenza, debemos establecer vías seguras ya; la muerte no puede ser el resultado del deseo humano básico de querer vivir en paz”, lamenta Cruz Roja, en un comunicado.

La organización humanitaria recuerda que el frío supone en estos momentos una de las mayores amenazas para la vida estas personas que huyen de la guerra.