Bilbao – Todas las asociaciones de madres y padres de las escuelas públicas de Gasteiz, la federación de directores de la red pública (Sarean), sindicatos y organizaciones de inmigrantes se han unido para acabar con la “segregación” que padece el alumnado de origen extranjero y su exclusión de los centros concertados. “Hartas de buenas palabras y de la inacción” del Departamento vasco de Educación para solucionar la concentración artificial de alumnos de familias autóctonas en unas escuelas y las de extranjeros en otras, varias amas leyeron ayer el Manifiesto a favor de la Escuela Pública Vasca en Vitoria.

La segregación no es un fenómeno nuevo en el sistema educativo vasco, pero lejos de mejorar la situación ha empeorado. Los últimos datos facilitados por Educación han “enfadado” a la comunidad educativa gasteiztarra, que pasará “a la acción” para que las instituciones acaben con el “profundo desequilibrio” entre la red pública y concertada. Y es que 19 colegios de Educación Infantil y Primaria de la capital alavesa, 18 de la red pública y uno de la concertada, cuentan en alguna de sus aulas con más de un 30% de alumnado extranjero, de los cuales cuatro superan incluso el 80% y tres el 50%, lo que según los expertos favorece la creación de guetos.

Los firmantes del manifiesto pedirán reuniones con la consejera vasca de Educación, Cristina Uriarte, con todos los partidos políticos con representación parlamentaria, con el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, y con el Ararteko y solicitarán además su comparecencia en la Cámara vasca. También buscarán la adhesión de la comunidad educativa pública de Bizkaia y de Gipuzkoa.

El objetivo de esta ronda de contactos es que se pongan en marcha medidas contra el “clasismo y el elitismo” de los centros concertados, según su – brayó ayer el presidente de la Confederación de padres y madres de la escuela pública vasca (Ehige), Carlos López, quien acusó a los colegios concertados de comenzar los cursos con alumnos por encima de los ratios fijados con el fin de no incorporar durante el año a alumnos extranjeros que llegan fuera de plazo.

Según los firmantes del manifiesto la red pública está recibiendo de forma mayoritaria a la población más desfavorecida de la ciudad y particularmente a la de origen extranjero, mientras que la concertada se está convirtiendo en un “refugio” para muchas familias autóctonas de clase media y media alta. “No queremos que se dediquen recursos ni financiación pública a un sistema educativo que instaure dos tipos de escuela para distintas clases sociales”, criticaron.