Con el objetivo final de que los refugiados que llegan a España procedentes de zonas de conflicto echen raíces en el país y contribuyan a su desarrollo económico y cultural, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estudia poner en marcha en La Rioja un proyecto experimental único en el país.

La representante de la entidad internacional en España, Francesca Friz-Prguda, llegó ayer a la región para negociar con los agentes sociales a lo largo de dos jornadas los detalles del proyecto, que ACNUR espera tener completamente perfilado el próximo 26 de junio, con motivo del Día del Refugiado. Así, Friz-Prguda mantuvo ayer contactos con el Gobierno regional, una representación del entorno empresarial riojano y Cruz Roja; y hoy mantendrá diversas reuniones con las formaciones políticas representadas en el Parlamento autonómico. Además, el deseo es que se adhieran otros colectivos, «como voluntarios, iglesias y sindicatos».

En particular, el proyecto piloto riojano aspira a definir «lo que necesitan exactamente los refugiados para rehacer su vida aquí lo más rápido posible y ser miembros activos de la sociedad riojana más allá de lo obvio, como es la vivienda o el trabajo», detalló la delegada de ACNUR, que especificó que en otras autonomías se trabaja en proyectos similares, aunque centrados «en aspectos como becas escolares o la inserción laboral».

«Nos interesa mucho el proyecto de La Rioja, puesto que puede ser muy productivo en el futuro», subrayó Friz-Prguda, matizando que se trata de «una iniciativa más cualitativa que cuantitativa, en la que La Rioja puede ser un modelo a seguir». Y es que el proyecto estará adaptado «para el pequeño número de refugiados (26) que hay aquí, pero el objetivo es luego transferirlo a toda España».

Pese a no incidir demasiado en los detalles del proyecto piloto, por encontrarse aún en fase embrionaria, Francesca Friz-Prguda avanzó que a los elementos más usuales en la acogida de refugiados (enseñanza del idioma, información sanitaria, etc.) habría que sumar en la nueva iniciativa la creación de un plan de acompañamiento social para familias.

Este se articularía a través de familias riojanas, que acompañarán a los asilados durante un periodo definido para «ayudarles en todas las necesidades que se dan cuando alguien intenta integrarse en una sociedad diferente, como rellenar formularios en un idioma que no entienden, escolarizar a sus hijos o encontrar un dentista para solventar un problema bucal. Son cosas que parecen triviales, pero yo he vivido en dieciséis países y conozco estos desafíos», señalaba la delegada de ACNUR.

El presidente de Cruz Roja en La Rioja, Fernando Reinares, detalló que actualmente su Centro de Acogida de Refugiados aloja a veintiséis refugiados de distintas nacionalidades, como Somalia, Iraq, Ucrania, Eritrea, Georgia, Gambia, Siria, Marruecos e India. «Parece una cifra pequeña», explicaba Friz-Prguda, pero «lo interesante de esta iniciativa es hacer algo sólido, casi individual, para luego transferirla a una experiencia mucho más grande como son las 15.000 plazas que se ha comprometido a cubrir España bajo el programa de reubicación de la Agenda de Migración».

Por su parte, José Ignacio Ceniceros agradeció a Cruz Roja el «excelente» trabajo que desarrolla en el Centro de Acogida a Refugiados, una «garantía de buena atención a estas personas que se han visto forzadas a abandonar su país». El presidente riojano incidió en que la Comunidad «está preparada para asumir la presencia de refugiados» y «desea contribuir a esa gran red de solidaridad que los países europeos debemos articular para hacer frente a uno de los retos humanitarios más importantes que tenemos».