“He intentado prematricular a mi hijo en cinco colegios concertados y ni siquiera he podido entregar la hoja de solicitud rellena. Me han rechazado en todos”. Esta es el resumen que ha hecho Samira a la Cadena Ser de su periplo por cinco centros concertados a los que ha acudido para prematricular a su hijo.

Esta mujer marroquí, quien lleva 12 años en Vitoria, alega diferentes motivos para las negativas. En algunos casos el motivo ha sido la religión. Ningún centro le ha ofrecido una alternativa a la impartición de la religión cristiana. Otro inconveniente ha sido el económico. “En el último centro me dijeron que si sabía que tenía que pagar, yo dije que podía hacerlo”, cuenta.

Samira tiene dos hijos, uno de ellos acude a un centro con un alto porcentaje de inmigrantes y ella considera que esa circunstancia “no contribuye a su integración” en la sociedad, por eso ha optado por buscar un nuevo colegio para su otro hijo.

Desde el sindicato Steilas (sindicato mayoritario en la enseñanza pública en Euskadi), Aitor Idigoras, asegura que el Gobienro vasco cuenta con herramientas legales para evitar la segregación racial en los centros.