La puerta turca que cierra a los sirios Europa

Ankara no acoge a los desplazados por los ataques en Alepo que se agolpan en la frontera

El Mundo, LLUÍS MIQUEL HURTADO PASO DE ÖNCÏPINAR (TURQUÍA), 07-02-2016

Regado por una lluvia, desangelado,
solo. Como una enorme boca
enmudecida, aun pasando años vomitando
una desgracia por víctima
que cruzó su umbral. Así era ayer
el portón, vacío, que separa la desesperada
Siria de la trémula Turquía.
A esta crónica le faltan decenas
de miles de protagonistas. Son
los desplazados de esta semana
por la ofensiva oficialista en el norte
sirio, a los que Turquía, pese a
insistir en tener una política de
puertas abiertas, decidió no permitir
entrar.
«¡Cuatro días! ¡Cuatro días esperando!
», gritaba fuera de sí un
hombre sirio cuando la tosca barrera
metálica de la aduana se
apartó. Por fin se le permitió introducir
en suelo turco, desde Siria, el
ataúd con su ser querido. Sólo él y
otro cadáver pudieron entrar en
Turquía. Un total de 30.000 vivos,
según estimó el delegado del gobierno
de la provincia de Kilis,
Süleyman Tapsiz, siguieron aguardando
en el lado sirio de la verja,
en el núcleo de Bab al Salama, con
los cazas rusos sobrevolando sus
cabezas.
«Mi suegra y toda su familia,
unos 30 miembros, tuvieron que
escapar ayer [por anteayer] del
pueblo de Kafr Maan, norte de Alepo,
por los bombardeos rusos», lamentaba
Mustafa desde el ala turca
del paso, mostrando una foto, en
su teléfono, que aseguraba que era
de la mezquita destrozada por
aquel ataque. «La suegra está enferma
del corazón, y ahora está teniendo
que esperar a la intemperie…
Que Dios se apiade de nosotros
», suspiró.
La nueva crisis humanitaria en
Bab al Salama se debe al corte el
viernes pasado, por fuerzas pro
Gobierno –entre ellas la aviación
rusa, la milicia del partido libanés
Hizbulá y milicianos iraquíes y afganos
enviados por Irán– de una
crucial vía de suministros entre las
zonas de la ciudad de Alepo en manos
alzadas y Turquía, en sentido
norte. Los intensos bombardeos
rusos en esa área, que según testigos
son de los más duros desde el
inicio de la guerra, afectaron a milicianos
y a civiles.
La ofensiva de los leales a Damasco,
que permitió levantar un
asedio opositor sobre dos ciudades
leales, ha dejado los distritos rebeldes
del este y sur de Alepo con una
pequeña salida al exterior. Los opositores
conforman una amalgama
en la que el Frente Al Nusra –Al
Qaeda en Siria– y fuerzas no islamistas
se alían por coincidencia en
el objetivo de derrocar al presidente
sirio, Bashar Asad. Son los perdedores
de esta semana. De acabar
cercados en Alepo, la guerra siria
entrará en fase crítica.
A media mañana de ayer, a varios
kilómetros del flanco turco de
la frontera, los aviones rusos ya habían
descargado varios proyectiles
en Siria. «La situación en el lado sirio
es muy seria. Hay miles de personas
a la intemperie, protegiéndose
de la lluvia bajo los árboles»,
contó por teléfono Burak Karacaoglu,
responsable en la organización
humanitaria IHH. Sin que nadie
aclarara por qué, varios tráileres
descargaron ayer a media tarde
docenas de cúpulas de tiendas junto
al lado turco del paso.
Süleyman Tapsiz explicó a la
prensa que el plan de Turquía, que
cerró el paso de Öncüpinar en
marzo de 2015, es construir un
nuevo campo de refugiados junto
al de Bab al Salama, abierto en
2013 y con 15.000 almas. «Ahora
mismo estamos repartiendo raciones
de comida para 20.000 personas,
pero tenemos capacidad para
atender a 50.000», afirmó. Ankara
ha gastado más de 10.000 millones
de euros en sus refugiados
sirios.
Turquía, que acoge a 2,5
millones de refugiados sirios,
230.000 de ellos en campos,
no quiere abrir la verja de
momento. Apuesta por atender a
los desplazados en territorio sirio.
Tapsiz aclaró que, en caso de necesidad,
Kilis, cuyo 60% de habitantes
ya son sirios, está «totalmente preparada
» para acoger a todos. El delegado
del Gobierno vaticinó que el
número de desplazados podría llegar
a 70.000 si siguen los bombardeos
en la región y pidió al mundo
una intervención inmediata.
La respuesta de la UE fue una
reprimenda por no dejarlos entrar
en Turquía. «Hay un deber moral y
legal de proteger a los que necesitan
protección internacional […].
Es incuestionable que la gente que
viene de Siria necesita protección
internacional», dijo, desde Holanda,
la alta representante de la UE
para la Política Exterior, Federica
Mogherini. La UE pagará 3.000
millones de euros a Ankara para
que atienda a los refugiados en su
suelo y los contenga, privándolos
de entrar en Europa.
La puerta turca
que cierra a los
sirios Europa
Ankara no acoge a los desplazados por los
ataques en Alepo que se agolpan en la frontera
Refugiados sirios se agolpan junto a la frontera turca, en Bab al Salama, tras huir de los bombardeos en la ciudad de Alepo. BULENT KILIC / AFP
SIRIA
Alepo
Kilis
Campamento
Bab Al Salama
TURQUÍA
Idlib 0 30
Km
N
Kurdos IS
Régimen Rebeldes
SIRIA. El golpeado país de
Oriente Próximo sufre la
violencia desde 2011. Las
negociaciones para lograr una
salida al conflicto están
atascadas en Ginebra.
TURQUÍA. Desde el inicio de la
guerra en Siria, Turquía ha
registrado la llegada de 2,5
millones de sirios.
ALEPO. La ciudad siria
de donde proceden los
civiles que están
protagonizando el
éxodo es objetivo,
desde el pasado lunes, de
una vasta ofensiva liderada por
tierra por las tropas de Asad y
por aire por la aviación rusa.

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