Declaran culpable al hombre que asesinó al novio rumano de su hija

El jurado considera que el vecino de Requena mató a la víctima de un disparo de escopeta pero no reconoce que actuara por racismo

Las Provincias, J. A. MARRAHÍ , 05-02-2016

Emilio Heras, un sexagenario de la pedanía requenense de El Azagador, escuchó ayer el veredicto del jurado: culpable de asesinar de un traicionero disparo de escopeta al joven agricultor rumano con el que salía su hija, Vasile Pohaidac, fallecido a los 38 años. Pero el tribunal popular no ha considerado probado que actuara por motivos racistas, un serio agravante que tanto la Fiscalía como la acusación particular trataron de demostrar durante el juicio.

Tras el dictamen, la Fiscalía mantiene una solicitud de pena de 17 años de cárcel, cinco meses menos de lo que demanda el abogado que representa a la familia. Ahora la jueza deberá decidir qué pena impone finalmente a Emilio por aquellos fatídicos hechos que conmocionaron a los vecinos de la pequeña aldea a principios de diciembre de 2013.

Según la fiscal del caso, el requenense acudió a la vivienda de la víctima en El Azagador y cuando Vasile abrió la puerta le disparó con una escopeta. Lo hizo de noche, a través de la cortina que separaba la entrada de la casa del resto de dependencias. El rumano no tuvo oportunidad de defenderse. Literalmente, le estalló el corazón.

El Ministerio Público, en su escrito de acusación, mantenía que Emilio actuó de este modo «llevado por la ofuscación» ante la relación sentimental que el asesino mantenía con su hija Mónica. La nacionalidad rumana de la víctima le causaba «inmensa repulsa» y era «incapaz de asumirlo», expuso la fiscal. Llegó a definir esta actitud como «tenaz y persistente», hasta el punto de producir en el homicida un «bajo autocontrol de la voluntad por nublamiento parcial del razonamiento lógico y del sentido crítico».

Pero el tribunal popular no lo entiende así. Al menos, no cree que se haya probado durante el juicio ese odio xenófobo hacia Vasile. Mientras admite por unanimidad que Emilio debe ser condenado por asesinato con alevosía, no aprecia el móvil racista en el caso.

Separado y padre de una hija

El fallecido estaba separado desde hacía año y medio y era padre de una niña. La Fiscalía pidió para Emilio 17 años de prisión con la circunstancia agravante de «motivos racistas o de discriminación» y el atenuante de «arrebato y obcecación». También reclamó que Emilio indemnice a la exmujer del agricultor con 116.000 euros, a la hija de ambos con 52.000 y a la madre de la víctima, con 10.000. El abogado de la familia solicitaba una pena de 20 años.

El juicio por el crimen comenzó el pasado 26 de enero, en la Audiencia de Valencia. Durante la vista oral, Emilio trató de defenderse haciendo alusión a un supuesto miedo hacia la víctima. Admitió ser el autor del disparo mortal, pero trató de justificar que lo hizo en defensa propia, temeroso por una posible reacción violenta de Vasile.

Llegó incluso a esgrimir unas amenazas de muerte por parte de la víctima que en absoluto han quedado probadas. Ante las preguntas de las acusaciones, Emilio negó rotundamente ser racista. Y ese aludido temor a la reacción del rumano ha convencido al jurado.

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