Desde que Estado Islámico se atribuyera la matanza de París, las autoridades de media Europa están en alerta. Gracias a ello la policía alemana frustró un intento de atentado en Berlín, al arrestar ayer a dos de los cuatro miembros de un grupo de la milicia terrorista. Según explicó la fiscalía, se trata de dos argelinos, de 35 y 49 años. El más joven fue detenido en un albergue para refugiados de Attendorn, donde vivía desde hacía unas semanas con su mujer, que también fue arrestada como presunta cómplice, y sus dos hijos. Al mayor, que residía y trabajaba en la capital alemana, se le acusa de falsificar documentos. Pero aún faltan los otros dos integrantes, también argelinos. Uno de ellos se encuentra en Berlín y el otro, relacionado con la escena islamista belga, en Hannover.

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Según el sensacionalista Bild, la célula preparaba un atentado en la céntrica plaza de Alexanderplatz. Aunque el rotativo Tagesspiegel y la agencia Dpa señalan al puesto fronterizo de Checkpoint Charlie. Los 450 agentes que participaron en el operativo se incautaron de documentos, ordenadores y teléfonos. «Seguimos teniendo razones para estar atentos y seguir precavidos», alertó el responsable de Interior de Berlín, Frank Henkel.

Entretanto comenzó el carnaval en Colonia, el más grande del país, con menos afluencia que otros años y en medio de fuertes medidas de seguridad. No ya tanto por la amenaza terrorista, sino por el miedo a que se repita las agresiones sexuales a mujeres de la pasada Nochevieja.