La derrota de Iowa ha convertido a Donald Trump en blanco del resto de los republicanos, que lo atacan con dureza para darle el tiro de gracia el martes en Nuevo Hampshire. Entre los demócratas, Bernie Sanders batallará aquí por arrebatar a Hillary Clinton el apoyo de los votantes de mediana edad.

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Donald Trump
De la humillación a la arrogancia en una noche. La primera reacción de Trump por su derrota fue un ejercicio de humildad. «Soy un novato y todavía estoy aprendiendo», declaró al día siguiente. Pero ayer volvió a ser el hombre espectáculo que acostumbra: «Ted Cruz no ganó en Iowa, lo robó», dijo en un tuit, cuando el senador texano envió, mientras se celebraban los caucus de Iowa, un mensaje en el que afirmaba que Ben Carson se había retirado. «Mucha gente lo votó a causa de esta mentira», aseguró, y reclamó que se repitan las elecciones. El resto de los aspirantes republicanos se centraron en atacar al magnate: Jeb Bush emitió anuncios en los que recordaba sus palabras contra las mujeres y Cruz y Rubio explicaron la derrota de Trump en Iowa como el fin de su campaña.

Ted Cruz
Prolongar su «momento». Sobre la acusación del magnate, el texano afirmó que lo único que hizo su equipo fue retuitear un mensaje de la CNN sobre Carson, y pidió disculpas al neurocirujano por ello. Pero Cruz no perdió más tiempo en la discusión, y lo dedicó a preparar la campaña tanto de Nuevo Hampshire, donde pretende prolongar su «[buen] momento», como sobre todo en Carolina del Sur, el siguiente estado que vota, donde tiene muchas posibilidades de ganar.

Marco Rubio
En busca del apoyo del partido. También redobló esfuerzos de cara al próximo martes Marco Rubio. Su tercer puesto en Iowa le dio muchas esperanzas y confía en recibir a lo largo de la semana importantes apoyos de gobernadores republicanos como fórmula extraoficial de aval por parte de la dirección del partido.

Bernie Sanders
A por el voto maduro. Sanders es el favorito para el martes próximo, con una ventaja de 20 puntos sobre Clinton, la misma que Trump sobre sus competidores. Pero el senador de Vermont, que atrajo ocho de cada diez votos jóvenes en Iowa, tiene problemas para conectar con los votantes de más edad, a los que está dedicando sus esfuerzos ahora. Mientras, sigue recaudando mucho dinero: tres millones en pequeñas donaciones en las 24 horas posteriores a los caucus de Iowa.

Hillary Clinton
Cambio de estrategia. La exsecretaria de Estado ha cambiado su estrategia tras Iowa. Su idea inicial era hacer un desgaste muy pequeño en Nuevo Hampshire y dedicar sus esfuerzos a los siguientes estados. Ayer comunicó a su equipo su interés por la cita del próximo martes y dedicará esta semana a recorrer el estado. Su directora de comunicación explicó que la decisión la ha tomado la ex secretaria de Estado de acuerdo con su marido.

Abandonos
El panorama republicano se aclara. Ayer se sumaron dos nuevos abandonos, los de Rand Paul y Rick Santorum, tras los desastrosos resultados que ambos obtuvieron en Iowa. El plantel republicano queda reducido a nueve contendientes en la arena de Nuevo Hampshire: allí Chris Christie, Jeb Bush y John R. Kasich lucharán por su supervivencia.

Obama enfatiza su apoyo a los musulmanes con la visita a una mezquita de Baltimore
Barack Obama pidió a los musulmanes, en su primera visita como presidente a una mezquita, que se sientan de Estados Unidos y les agradeció que varias «generaciones» ayudaran a construir un país de cuya historia el islam siempre ha sido parte, desde los tiempos coloniales.

Obama visitó la Sociedad Islámica de Baltimore (Maryland), que cuenta con una mezquita y una escuela de enseñanza del Corán, donde les recordó entre risas los infundios republicanos, de que él también es musulmán. Luego, ya más serio, denunció las persecuciones que vienen sufriendo. Desde el 11 de septiembre, pero sobre todo desde los ataques de París y San Bernardino, «hemos visto demasiados ejemplos de que la gente mezcla los horribles actos terroristas con las creencias de una religión entera […], hemos visto niños acosados y actos de vandalismo contra las mezquitas», deploró. Y llamó a los estadounidenses a sentirse una sola nación: «No es eso lo que somos. Somos una familia americana».

«Vosotros encajáis aquí, estáis en el lugar al que pertenecéis», añadió para reafirmar que no están obligados a elegir entre ser mulsulmanes o estadounidenses. «¡Qué pocas veces escuchamos esas dos palabras juntas», lamentó para defender que los musulmanes son igual de estadounidenses que cualquier otro grupo religioso.

El líder demócrata sostuvo que «hacerles sentirse como ciudadanos de segunda clase atenta directamente contra el corazón de Estados Unidos», porque «los musulmanes enriquecen nuestras vidas: son nuestros vecinos, los profesores que inspiran a nuestros niños», recordó.

Críticas a Trump
Obama criticó, con su rechazo a la «inexcusable retórica» antimusulmana, al precandidato republicanos Donald Trump, del que sin citarlo expresamente, denunció la propuesta de prohibir la entrada en el país a los musulmanes extranjeros. Pero, de alguna forma, Obama atacó también al resto de los candidatos republicanos que han reprochado una y otra vez a la Casa Blanca y a los demócratas que no usen la expresión «islamismo radical», sino «yihadistas» o «radicales», para referirse a los terroristas, lo que justificó porque se han visto «demasiados ejemplos de que la gente mezcla los horribles actos terroristas con las creencias de una religión entera».