El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha destacado hoy el papel de las distintas confesiones en la defensa de la libertad religiosa y en el compromiso para luchar contra todas las formas de intolerancia y fanatismo.

Catalá ha inaugurado esta mañana las jornadas sobre libertad religiosa “Protegiendo la libertad religiosa y combatiendo la discriminación y la violencia basadas en la religión y las creencias” que se celebran en la Casa Árabe de Madrid.

“Está en la mano de las propias comunidades religiosas la facultad de demostrar que las religiones son instrumentos de paz y es necesario alentar de forma pública las iniciativas de expresión del respeto mutuo entre los distintos grupos religiosos”, ha afirmado.

Catalá ha destacado, asimismo, el papel que Occidente debe jugar a la hora de afianzar el respeto y la protección del hecho religioso “como un activo en la lucha contra el fanatismo y la cultura de la violencia”.

El ministro en funciones ha apostado por combatir la discriminación y la violencia basadas en las creencias religiosas, un problema “de primerísimo orden”, ya que “lamentablemente hoy no podemos decir que la libertad religiosa esté suficientemente protegida”.

Se ha referido, en este sentido, a las últimas medidas legislativas aprobadas en España como la reforma del Código Penal “que ha establecido medidas para prevenir, combatir y atajar comportamientos racistas y xenófobos, agravando las penas en los casos de incitación a la discriminación, el odio o la violencia”.

Ha destacado que ahora se contemplan nuevas conductas delictivas como los actos de humillación o menosprecio, en los que se agrava la pena cuando estos delitos hayan sido cometidos a través de internet u otros medios de comunicación social.

El ministro de Justicia ha destacado la necesidad de construir una sólida cooperación internacional como herramienta para combatir todos los fenómenos relacionados con la violencia, la discriminación y la hostilidad hacia el fenómeno religioso o hacia cualquier tipo de minoría religiosa.

Por su parte, el embajador de EEUU, James Costos, ha calificado de “lacra” la discriminación por motivos religiosos y ha llamado a combatir este tipo de violencia para construir comunidades más pacíficas y tolerantes.