POR EL DIÁLOGO Y LA SOLIDARIDAD
Los refugiados ponen en evidencia “el fracaso” de la estructura europea
LA CRISIS DE LOS SOLICITANTES DE ASILO ESTUVO PRESENTE EN LA ENTREGA DE LOS PREMIOS SABINO ARANA Y DIO PIE PARA EXIGIR UNA NUEVA ORGANIZACIÓN DE LOS PUEBLOS
Deia, , 01-02-2016BILBAO – El drama de los refugiados que llegan a Grecia e Italia, el incumplimiento de los compromisos adquiridos por los estados para acogerlos y “el fracaso” de Europa en esta crisis estuvieron muy presentes en la 27º edición de los Premios Sabino Arana tanto por las duras críticas del presidente de CEAR Euskadi, Javier Galparsoro, hacia el comportamiento de la Unión Europea y el emocionado relato de una refugiada, como por el planteamiento del exprimer ministro de Escocia Alex Salmond para buscar “una nueva estructura de los pueblos” que ofrezca mejores respuestas y soluciones a los problemas.
En sentido literal solo una de las seis personas que ayer recibieron el Premio Sabino Arana 2015 la piragüista Maialen Chourraut da paladas para avanzar, competir y ganar. Sin embargo, en sentido metafórico los otros cinco galardonados CEAR, el grupo industrial Velatia, el congresista John Garamendi, el promotor cultural Leopoldo Zugaza y Alex Salmond también dan paladas y muchas para defender a los desplazados que huyen de la violencia y el hambre, situar la industria vasca en la elite mundial, mantener viva la memoria de la diáspora vasca en Estados Unidos, hacer accesible la cultura, y dar una vía democrática a los anhelos de independencia de un pueblo. Todas estas causas, logros, compromisos y ejemplos recibieron ayer “más un homenaje que un premio” en el teatro Arriaga de manos del presidente de Sabino Arana Fundazioa, Juan Mª Atutxa, y de su directora, Irune Zuluaga. En la presentación de los premiados, Juan Mª Atutxa recordó la ceremonia de entrega de la primera edición, la de 1989, y las 148 personas, entidades e iniciativas reconocidas en estos 27 años. Repasó los cambios registrados por el mundo y aunque no se atrevió a predecir cómo será dentro de otros 27 años sí aseguró que “seremos y estaremos; seguirá latiendo una nación vasca en pie; una nación vasca abierta, avanzada, cohesionada y sostenible, una nación vasca libre autogobernada y en paz. El mundo civilizado nos brindó en 2014 un magnífico ejemplo: diálogo, acuerdo bilateral y reconocimiento de la voluntad libre y democráticamente expresada en las urnas”. El presidente de la Fundación aseguró ayer que el referéndum por la independencia de Escocia “nos mostró el camino”.
Uno de los protagonistas del ejemplo escocés, el ex primer ministro Alex Salmond afirmó que “Euskadi no es Escocia”, pero ambos países guardan “similitudes” en el hecho de que sus ciudadanos tienen “un deseo de autonomía, independencia o de tener más repercusión en el mundo”. “Ambos buscan dijo un estatus de igualdad, aunque sea por vías diferentes, y ese es el hilo común”.
Sobre el escenario del Arriaga y tras recibir el premio Sabino Arana, Alex Salmond consideró que algunos estados europeos “están fracasando” porque “no dan solución a problemas como la crisis de los refugiados”. “Los países no se dan cuenta de que las personas que llegan a sus fronteras pueden ser gente como Freud o Albert Einstein que también buscaron asilo y luego contribuyeron a la evolución de esos países. Los actuales liderazgos fracasan porque no tienen en cuenta el aspecto humano”, señaló.
Javier Galparsoro, presidente de CEAR Euskadi, que dijo hablar “en nombre de los 60 millones de refugiados, del más de un millón de personas llegadas el año pasado a la decadente Europa y de las 3.771 muertas o desaparecidas en el Mediterráneo”, tampoco ahorró críticas al comportamiento de la UE y de muchos de sus gobiernos ante la tragedia de los refugiados. Galparsoro pidió “un cambio radical que priorice los derechos de las personas y de los pueblos”. El presidente de CEAR Euskadi censuró que “Europa esté debatiendo y discutiendo mientras la gente sufre y muere” y calificó de “claudicación” la decisión de muchos países de expulsar a miles de solicitantes de asilo o de requisarles dinero. “Si un gobierno como el danés es capaz de apropiarse del dinero de estas personas creo que la decadencia de Europa es mayúscula”.
El dolor del exilio y las dificultades de la emigración forzada también quedaron patentes en la intervención entre lágrimas de Pretty Rosa Gutiérrez, una refugiada venezolana que recogió el premio junto a Javier Galparsoro.
RETOS Y RIESGOS El congresista demócrata vasco-californiano John Garamendi premiado por “su contribución a mantener viva la identidad vasca en los EE.UU. y el mundo” se refirió al “mandato” que recibió de su abuelo emigrado desde Ispaster de “hacer que las cosas mejoren para los hijos” y señaló algunos retos y peligros, como los conflictos militares, el terrorismo y la inseguridad económica, para las generaciones actuales. Pero se detuvo más en los riesgos asociados al cambio climático: “¿Algunos de nosotros, a los que se nos ha otorgado la responsabilidad de vivir en este planeta en la actualidad, podemos decir a los hijos del mundo que su vida será mejor?”.
El empresario Javier Ormazabal, presidente de Velatia, señaló que el Premio Sabino Arana reconoce “a todos los que participan en el proyecto” de ese gran grupo industrial y manifestó su deseo de que “descienda la incertidumbre política” que existe actualmente en el Estado español porque “como accionistas y empresarios ponemos recursos en una actividad que en sí misma tiene mucha incertidumbre, si el nivel aumenta por causas externas se genera mucho desasosiego”.
Leopoldo Zugaza, un referente de la cultura vasca e incansable promotor de actividades y plataformas culturales, alabó lo realizado en los últimos años en este ámbito, aunque también lamentó algunos retrocesos como el cierre de librerías y reclamó “el impulso del voluntariado” para contrarrestar “las limitaciones que se han originado como consecuencia de unos tiempos convulsos en lo político, lo económico y lo social”.
Maialen Chourraut, campeona de Europa de piragüismo, habló de “la pasión y el duro trabajo” de los pocos federados de Euskadi en este deporte y aseguró que “a pesar de la falta de instalaciones para entrenar, con los jóvenes hay futuro”.
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