El Ayuntamiento acogió el miércoles el primer Pleno del año, con la aprobación del acta de la sesión anterior, los decretos de Alcaldía y una moción presentada por el grupo municipal Irabazi, que instaba a impulsar acciones de ayuda a los refugiados desde el ámbito municipal. El texto puso en el punto de mira la situación de desamparo de miles de familias, que parten de sus hogares huyendo de la alargada sombra de la guerra y la muerte, embarcándose en un viaje de futuro incierto. «Durante el pasado año 2015 más de 350.000 personas refugiadas han huido de la pobreza y de la guerra de sus países de origen y han cruzado el Mediterráneo, poniendo en peligro sus vidas para alcanzar Europa, durante esa travesía, más de 2.500 han muerto de acuerdo a los datos oficiales publicados por Acnur», explicó Alberto Bezunartea.

«La situación ha empeorado todavía más si cabe en 2016, pues a las personas que siguen muriendo ahogadas hay que sumar ahora las que están muriendo de hipotermia y de enfermedades respiratorias en Europa, debido al frío extremo que están soportando con la llegada del invierno», expuso.

«Desde el ámbito local podemos tomar medidas y trabajar para dar soluciones a este problema, más aún ante la pasividad demostrada por las instituciones europeas», criticó Bezunartea. «Muchos ayuntamientos, incluido el de Legazpi, ya han manifestado su voluntad de participar en una red de ciudades – refugio que acojan a las personas refugiadas que intentan llegar a Europa, y en otros municipios han comenzado a organizar campañas de recogida de ropa, mantas, alimentos… para su envío a los campamentos de refugiados», mencionó.

Compromisos de la moción

Mediante la moción de Irabazi, el Ayuntamiento acordó destinar todos los medios necesarios para iniciar, de manera urgente, una campaña de recogida y envío de material de primera necesidad a las víctimas de la guerra, coordinada desde el departamento de Servicios Sociales, además de extender un llamamiento tanto a los municipios de la comarca para que actúen de la misma manera, como a la ciudadanía de Legazpi para que ofrezca su solidaridad y apoyo hacia las familias refugiadas.

Junto a ello, el consistorio adquirió el compromiso de impulsar la creación de un grupo de trabajo formado por los Servicios Sociales Municipales, las entidades Cear Euskadi, Cruz Roja y otras organizaciones locales que trabajen con personas refugiadas, con el fin de definir las medidas a adoptar para la acogida de refugiados en el municipio.

Unido a ello, el consistorio se compromete a preparar una relación de posibles lugares de acogida, preferentemente de propiedad municipal, coordinar las acciones de acogida y ayuda que partan desde la sociedad civil a través de iniciativas particulares y ONGs y habilitar una partida económica para las actuaciones municipales a adoptar en este aspecto.

Por último, el consistorio «exige a la Unión Europea y a sus estados miembro que pongan en marcha una política común y una autoridad europea con competencias en materia de inmigración y refugio, para ofrecer una respuesta rápida a las situaciones de emergencia y colaborar en los países de origen».

Discrepancia en las formas

La moción se aceptó por unanimidad, pero hubo discrepancias entre los partidos en cuanto a la urgencia y la forma en la que había sido llevada al Pleno por Irabazi.

«Creemos que podía haberse trabajado mucho mejor, no es la primera vez que os pedimos que tratéis de consensuar con todos cuestiones y peticiones de la rama social, hemos recibido el texto a la una y media de la madrugada de hoy, habéis ido improvisando y cambiando algunos puntos a lo largo del día, que comprometen al Ayuntamiento en algunas acciones sin analizar su capacidad real de llevarlas a cabo, tampoco se ha tratado con los técnicos, con lo que podría haberse enriquecido mucho más la moción», indicó el socialista Óscar Valbuena.

Desde el PNV, el responsable del área de Servicios Sociales, Javier Iraeta, se pronunció en términos similares: «Estamos de acuerdo con el fondo de la moción, pero creemos que no se puede improvisar un texto que compromete al Ayuntamiento a una serie de actuaciones que no sabemos si podremos cumplir», sostuvo. «El próximo miércoles recibiremos la visita de Maribel Vaquero, directora de Convivencia y Derechos Humanos de la Diputación, con la que trataremos el tema, también se están dando pasos a través de Alokabide, desde donde nos han solicitado una relación de instalaciones públicas en las que poder dar alojamiento a los refugiados y hay personas particulares que se han prestado a colaborar, es fundamental trabajar de forma coordinada, por lo que pedimos a Irabazi que deje el texto encima de la mesa para poder trabajarlo mejor», emplazó. Un petición a la que también se sumó el PSE.

Irabazi rechazó la propuesta. «Tal vez las formas no hayan sido las mejores, pero lo que hacen falta son actuaciones, basta con mirar a Europa, donde tienen muy buenas formas, pero luego no hacen nada… creo que hemos traído una moción abierta, que sirve para dar el pistoletazo de salida en un tema que es urgente, es principalmente una campaña ciudadana para la que se pide apoyo al Ayuntamiento», replicó Bezunartea. Desde EH Bildu respaldaron su iniciativa. «Quizás la moción pueda mejorarse, pero nos parece una manera de agarrar el tema, no le daríamos tanta importancia a las formas, sino a esforzarnos entre todos en no poner trabas, sino en ver la luz al final del tunel, ante una situación terrorífica que cada día empeora más», señaló Sagrario Etxabe.

Al tratarse de una moción presentada fuera del plazo estipulado para entrar en el orden del día, primero tuvo que votarse su carácter de urgencia, que salió adelante con los votos de Irabazi, EH Bildu y PSE. «Votamos a favor del principio de lo que aquí se recoge, no a las formas», matizó Óscar Valbuena. En cuanto a la propia moción, prosperó con el apoyo de todos los partidos.