El adiós 'por principios' de la ministra Taubira
La titular de Justicia gala dimite por no estar de acuerdo con una medida antiterrorista
El Mundo, , 28-01-2016La ministra de Justicia francesa, Christiane Taubira, dimitió ayer en desacuerdo por el proyecto de reforma constitucional de retirar la doble nacionalidad a los condenados por terrorismo. Una crisis más entre las filas del Gobierno de François Hollande que, desde su elección en el año 2012, ha sufrido ya la partida de muchos de sus diputados y cargos políticos que no comparten la línea política del Ejecutivo.
La decisión se había acordado ya entre Taubira y Hollande el pasado sábado, antes de que el presidente viajara a la India en visita de Estado, aunque no fue hasta la primera hora de ayer cuando se comunicó públicamente tras un encuentro en el que también participó el primer ministro galo, Manuel Valls.
Ya como ex ministra, Taubira, antigua diputada de la Guayana francesa, donde nació, explicó públicamente cuáles habían sido los motivos de su dimisión. Habló de un «desacuerdo político mayor» con respecto al proyecto de ley que pretende quitar la nacionalidad francesa a aquellas personas nacidas en Francia condenadas por terrorismo y que posean dos nacionalidades. A principios de enero, ya había comentado ante los medios que dicha reforma no le parecía «deseable».
Hasta ahora, la retirada de la nacionalidad se permite únicamente con aquellas personas nacidas fuera del territorio nacional, pero de aprobarse esta legislación los nacidos en Francia también se verían afectados.
El debate sobre dicha reforma comenzó precisamente ayer en la Asamblea, donde Valls debía defenderlo ante la comisión de leyes.
«Elijo ser fiel a mí misma, a mis compromisos, a mis combates y a mi relación con los demás. Fiel a nosotros, tal y como nos veo», dijo Taubira en la rueda de prensa que celebró tras su dimisión.
Allí aprovechó también para hacer balance de su trabajo en el Ministerio, especialmente por su papel en la ley del matrimonio para todos, que permite el matrimonio homosexual, aprobado durante su mandato, así como de la reforma penal, de justicia y la otra reforma con respecto a los derechos de trabajadores.
«He tratado de crear las condiciones de trabajo correctas: ofrecer los medios para efectuar estas bellas misiones […], cambiar los métodos cuando ha sido necesario», añadió Taubira, conocida además por mantener siempre alta su voz como representación del ala más progresista del Gobierno socialista al que muchos han tachado de girar a la derecha durante el quinquenio.
Acompañando el comunicado en el que Hollande hacía pública la partida de Taubira –agradeciendo y reconociendo su trabajo como Garde de Sceaux–, el presidente nombraba ya a su sucesor, Jean-Jacques Urvoas, que hasta hoy presidía la comisión de leyes en la Asamblea Nacional, conocido entre los socialistas como señor seguridad, tema en el que es experto. «Un hombre de orden», según el periódico Le Figaro.
«A veces», escribió Taubira en su cuenta de Twitter, «resistir es irse. Por fidelidad a uno mismo». En dos breves mensajes que transmitió a través de la red social, la ex ministra se mostró «orgullosa» de su acción en el Gobierno. «La Justicia ha ganado en solidez y vitalidad. Como lo hacen quienes trabajan por ella cada día, yo sueño con una Justicia invencible».
A día de hoy, el proyecto de reformar la Constitución para retirar la nacionalidad francesa a los condenados por terrorismo ha sido defendida por la derecha francesa y, desde noviembre, por Manuel Valls y François Hollande, quien ya habló de su deseo de reformar la Constitución en este sentido en su discurso en Versalles, tres días después de los atentados del 13 de noviembre. Sin embargo, el Partido Socialista no se muestra unido en torno a la reforma.
Esta semana, Jean-Christophe Cambadélis, secretario del partido, y Bruno Le Roux, diputado, comentaron en distintas entrevistas radiofónicas que estaban manteniendo conversaciones con Hollande para tratar de persuadirle sobre la reforma que, en opinión de los críticos, distingue entre franceses de primera y de segunda.
«Junto a Cambadélis estamos intentando hablar de lo que nos parece importante, es decir, de no crear diferencia entre los franceses», dijo Le Roux. «Pero no estoy seguro de que hayamos logrado convencer al presidente». «Los socialistas no quieren grabar en el mármol de la Constitución la retirada para los binacionales», sentenció por su parte Cambadélis.
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