EUROPA PRESS | LONDRES

Cardiff marca con pulseras rojas a los solicitantes de asilo alojados en albergues públicos

Los autores materiales de los ataques animan a que se perpetren más ataques de "lobos solitarios" en los países integrados en la coalición internacional que lidera Estados Unidos y a decapitaciones de los "apóstatas"

El Correo, , 25-01-2016

Los responsables de los albergues públicos de Cardiff han obligado a los solicitantes de asilo a llevar permanentemente en la muñeca una pulsera de un color rojo muy llamativo, lo que habría facilitado que estas personas hayan sido víctimas de discriminación y ataques.

La polémica ha saltado este domingo a raíz de un reportaje del diario británico ‘The Guardian’ que revela que los responsables de la empresa Clearsprings Ready Homes -una subcontrata- les han dicho a los refugiados que tienen que llevar siempre puestas las pulseras o no les darán de comer.

Esta es a menudo la única fuente de alimentos, ya que tienen prohibido trabajar y no reciben ningún tipo de asignación.

La polémica salta tras el escándalo que ha generado el hecho de que las casas destinadas a acoger a solicitantes de asilo de Middlesbrough hayan sido pintadas del mismo color rojo. En ambos casos los responsables son los gestores de empresas privadas concesionarias de una contrata del Ministerio del Interior.

“El tiempo que estuve en la casa de acogida Lynx House (de Cardiff) ha sido una de las experiencias más horribles de mi vida. Odiaba llevar la pulsera y a veces me negaba y me echaban de la comida”, ha relatado Eric Ngalle, quien consiguió la reconocimiento del estatus en noviembre de 2015 , en declaraciones a ‘The Guardian’.

Ngalle ha explicado que si se negaban a llevar las pulseras les amenazaban con “informar al Ministerio del Interior”. “Presenté una queja por las pulseras en Clearsprings, pero no hicieron nada. Teníamos que ir andando desde nuestro cuarto durante diez minutos para conseguir la comida y salir a la calle con las pusteras a la vista”, ha señalado Ngalle, quien ahora trabaja como escritor y en producciones teatrales.

“Vete a tu país”

“En ese trayecto solía haber mucho tráfico y a veces los conductores al ver las pulseras nos pitaban y nos gritaban por la ventanilla frases como ‘vete a tu país’ y otras frases desagradables”, ha relatado. Además, si se quitan la pulsera no se puede volver a poner, “así que si quieres comer, tienes que llevarla siempre”.

Otro refugiado, Maher, de 41 años, ha conseguido recientemente que le concedan asilo. También ha expresado su enfado por que se les obligara a llevar pulseras. “La gente sabía quién eras y dónde vivíamos. Sentimos que no somos iguales en esta comunidad. Intentaba esconder la pulsera para que no se viera”, ha señalado.

Los solicitantes de asilo no pueden trabajar ni solicitar ayudas sociales, pero algunos sí reciben una asignación mensual o una tarjeta Azure para comprar en supermercados. Sin embargo, los recién llegados no tienen ni siquiera estas ayudas del Ministerio del Interior y son alojados en instalaciones parecidas a hoteles en las que se les da tres comidas al día.

“La pulsera es discriminatoria, así de sencillo. Si no hay pulsera, no hay comida. Nos hacían sentir como seres humanos de segunda clase”, ha relatado el sudanés Mogdad Abdeen, de 24 años.

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