El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores es algo que acaba revelándose como una realidad que disgusta a los propios policías encargados de su gestión, a la propia administración y a las ongs que desde tiempo inmemorial piden su cierre al asegurar que se tortura a los internos, por más que las continuas denuncias judiciales hayan acabado todas en archivo y sin ningún maltrato policial acreditado.

Las posiciones de los dos sindicatos principales se debaten entre la clausura del centro y la rebaja del número de internos para facilitar el trabajado policial. El Sindicato Unificado de Policía es el más rotundo al respecto. «Cualquier inversión en medios o mayor dotación de personal al CIE es enterrar el dinero. Hasta que no se construya un nuevo centro, con una edificación acorde a la labor que debe desarrollarse en dichas instalaciones, es buscar una solución que no existe», subraya RobertoVillena, secretario regional del SUP.

Desde la Confederación Española de Policía (CEP) consideran que la única medida que garantizaría la seguridad del centro y de los policías sería «una reducción drástica en el número de internos», como subraya el secretario del sindicato en la Comunitat, Fran Estacio.