Exactamente 60 colegios en el País Vasco tienen cursos con un porcentaje de alumnos extranjeros superior al 50%. Hay cuatro aulas en la comunidad autónoma, asimismo, en las que todos los estudiantes son de nacionalidad distinta a la española.

Estos datos están recogidos en un amplísimo informe (416 folios) enviado por la consejera de Educación,Cristina Uriarte, al Parlamento Vasco a instancias de la parlamentaria socialista Isabel Celaá. A la luz de estas cifras, que según algunas voces del mundo académico indican que se están creando «guetos», el PSE-EE ha reclamado al Gobierno vasco más información sobre los centros con más de un 25% de alumnado extranjero.

En 21 centros que imparten modelo A (en castellano), en otros tantos de modelo B(bilingüe) y en 24 de modelo D(en euskara) menos de la mitad del alumnado es autóctono. En algunos, como imparten varias líneas lingüísticas, el porcentaje del 50% de extranjeros se supera en varias o en todas. En suma, son 60 las escuelas que superan esa barrera. En algunos casos, los porcentajes exceden también con holgura el 75%.

Más en detalle, 70 cursos de A, 78 de B y 49 de D superan esos parámetros. El caso más significativo es el de un centro con cuatro cursos de A, todos los niveles de B y 4 de D con más de la mitad de extranjeros. Además, tiene un aula con 100% de no nacionales. En todo caso, el informe de Educación identifica con códigos numéricos a todo los centros (excepto los de Bizkaia) con el ánimo de evitar estigmatizaciones.

Según un informe del Ministerio de Educación sobre el curso 2015-2016, la media nacional de porcentaje extranjero es del 8,5%. En Euskadi es aún inferior, del 6,9%. Eso hace poco comprensible que algunos pocos centros acaparen al grueso de los alumnos foráneos, según han denunciado sindicatos y profesores. Además, son escuelas públicas: sólo el 31,1% de los extranjeros son matriculados en colegios concertados (sostenidos también por elGobierno) o privados.

Por origen, el País Vasco es una de las zonas con menos niños del resto de la Unión Europea. El componente asiático y americano es superior a la media, mientras que los estudiantes procedentes de África se encuadran en porcentajes similares a los de la media de España con excepción de Ceuta y Melilla, que son territorio africano.

Con todos estos datos encima de la mesa, la portavoz del PSE-EE en la comisión de Educación y ex consejera del ramo, Isabel Celaá, se pregunta «a qué problemática se enfrentan aquellos centros que tienen una cuantía superior al 25% de alumnado inmigrante». Celaá ha pedido a Uriarte una valoración de las estadísticas enviadas a la Cámara. «¿Qué recursos adicionales de tipo material y humano se han puesto al servicio de aquellos centros que tienen una tasa superior al 25% de alumnado inmigrante? ¿Qué resultados se están obteniendo por medio de tales recursos?», ha inquirido Celaá.

Ya en 2007 se analizaba este asunto y el Gobierno (entoces EA dirigía Educación) rechazó la política de cupos. Celaá, en aquellos debates, planteó como «tope» un 20% de extranjeros por centro, «el máximo que recomiendan los expertos»: «Las concentraciones en escuelas no permiten la integración y pueden dar lugar a estallidos de violencia».