Alemania confiscará los objetos de valor y el dinero de los refugiados
El Gobierno asegura que la medida se aplica para evitar situaciones de agravio comparativo con los alemanes demandantes de prestaciones sociales y para garantizar la paz social
La Voz de Galicia, , 22-01-2016Desde Davos, el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, se mostraba el jueves más que pesimista, al asegurar que no confía en que se vaya a lograr una solución europea a la crisis migratoria. Mientras, en casa Bild desataba la polémica, al publicar que al menos dos estados alemanes requisan dinero y objetos de valor a los refugiados, para cubrir sus gastos de alojamiento, manutención y prestaciones sociales. Una práctica que introdujo hace dos años Suiza y dentro de poco adoptará también Dinamarca, como adelantó la semana pasada el Ejecutivo.
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Cuando los solicitantes de asilo son transferidos a un centro de refugiados, lo primero que hacen las autoridades es registrarlos. «Si el dinero o los objetos personales superan los 750 euros, podremos confiscarlos y retenerlos por si la persona va a tener que restituir el dinero», confirmaba a Bild el titular bávaro de Interior, Joachim Herrmann. Lo de Baviera quizás no sea de extrañar, ya que allí gobierna la CSU, el socio conservador de Angela Merkel, el más duro contra su política de puertas abiertas. Peor es la situación en Baden-Württemberg, región gobernada por una coalición de socialdemócratas y verdes donde la policía puede requisar cualquier cantidad por encima de los 350 euros.
Según el rotativo, allí cada agente se incautó de una media de 1.000 euros por cabeza solo el pasado diciembre. Ambos estados se justifican en una ley federal por la que los refugiados deben hacer uso de sus propios bienes antes de echar mano de los del Estado. «Incluidas las joyas familiares», subrayó la responsable de Integración, la socialdemócrata Aydan Özoguz. Baviera y Baden-Württemberg tienen varias cosas en común: se sitúan en el sur de Alemania, son los más ricos y, junto con Renania del Norte-Westfalia, acogieron a la mitad de los 1,1 millones de refugiados llegados en el 2015.
El ministro de Interior, Thomas de Maizière, aprovechó la coyuntura para exigir a la jefa del Ejecutivo la reintroducción de controles fronterizos de manera indefinida. Más duras fueron las palabras del líder bávaro de la CSU, Horst Seehofer, para quien «una relación de confianza se ha deteriorado», después de que Merkel volviera a rechazar un cupo máximo de 200.000 demandantes de asilo anuales.
Dinamarca
Dinamarca estudia instalar poblados de refugiados fuera de las ciudades. El euroescéptico y xenófobo Partido del Pueblo Danés, que logró que el Parlamento aprobara esta propuesta y fuerza así al Ejecutivo a presentar una solución en marzo, pretende cambiar la política migratoria de integración del Gobierno por la de repatriación. El país escandinavo ya fue criticado por medidas como la de requisar objetos de valor de los refugiados para costear su estancia.
Al menos doce refugiados sirios e iraquíes murieron ahogados entre las costas turcas y Lesbos. La guardia costera de Turquía logró rescatar a 25 personas con vida, pero unas 50 personas viajaban en la barca.
Macedonia reabrió su frontera con Grecia, que había cerrado a petición de Eslovenia, pero solo para los inmigrantes que quieran pedir asilo en Austria y Alemania. Es el mismo criterio que emplean ya Eslovenia y Austria, a los que se suma desde el jueves Croacia
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