La «aterradora» realidad de los matrimonios infantiles en Estados Unidos

La ley prohíbe matrimonios de menores de 18 años, pero en algunos estados se ha permitido incluso la boda de un niño de 10 con una joven

Diario Vasco, el diario vasco, 21-01-2016

Más de 700 millones de las mujeres casadas en todo el mundo contrajeron matrimonio cuando todavía eran niñas. Lo malo es que 250 millones no habían cumplido los 15 años al momento de casarse. Pero, aunque a veces podría parecerlo, no se trata de un escalofriante fenómeno que se da únicamente en los países más pobres del sur de Asia y de África.

Fraidy Reiss, directora de Unchained at Last –una organización que desde hace cinco años ayuda a mujeres y niñas a escapar de matrimonios forzados en Estados Unidos– denuncia que la situación en su país es “aterradora” . Afirma que solo entre los años 2000 y 2010 en el estado de Nueva York, 3.853 niños contrajeron matrimonio. Y en el estado de Nueva Jersey –donde la organización tiene su sede– los datos del Departamento de Salud revelan que entre 1995 y 2012, 3.499 niños se casaron, el 91% con un adulto.

Reiss subraya en un estudio que aunque en Estados Unidos, por ley, 18 años es la edad mínima para contraer matrimonio, todos y cada uno de los estados tienen excepciones que autorizan bodas por debajo de esa edad. Asimismo, en la mayoría del país el permiso de los padres o tutores, y la autorización de un juez, bastan para reducirla algunos años.

En Nueva Jersey, por ejemplo, una de las excepciones a la ley más comunes es el consentimiento de los padres. Si estos firman la aplicación de una licencia de matrimonio, la edad puede bajar hasta los 16 años. Reiss denuncia que ningún organismo público investiga si se trata de matrimonios que son forzados.

Asevera, asimismo, que un juez básicamente puede reducir la edad mínima, sin ninguna limitación, a cero. “Hemos visto bodas de niños con adultos con diferencias de edades que podrían ser consideradas por las leyes estatales como violaciones”, asegura. Pone ejemplos en Nueva Jersey como el de un niño de 10 años que se casó con una mujer de 18, o una niña de 12 años que se casó con un hombre de casi 30.

Los datos recogidos por Unchained at Last en Nueva Jersey desvelan que la mayoría de esos 3.499 niños que se casaron tenían 16 y 17 años cuando se casaron, es decir que lo hicieron con la autorización de sus padres. Pero los 178 que tenían entre 10 y 15, tuvieron que haber sido autorizados por un juez.

La investigadora también hace hincapié en que también hay estados que permiten matrimonios de niños en caso de embarazo, y también que los niños tienen mucha más protección que las niñas contra los matrimonios forzados.

“Para ellas la situación puede ser terrorífica, porque el matrimonio infantil es muy dañino para las niñas, mina sus posibilidades educativas y económicas, e incrementa la posibilidad de que experimenten violencia”, dice Reiss.

Múltiples casos de violaciones sexuales terminan con niños casados con su victimario a causa del embarazo, “en vez de que el violador vaya a prisión”, censura.

No solo en inmigrantes

Por otra parte, una encuesta realizada por el Centro de Justicia Tahirih, una organización sin ánimo de lucro que proporciona servicios legales y educación a mujeres y niñas inmigrantes que huyen de la violencia en Estados Unidos, revela que efectivamente hay un creciente número de matrimonios forzados en ese país. entre las comunidades de inmigrantes. Se detectó que comunidades de inmigrantes, provenientes de 56 países, incluyendo India, Pakistán, Bangladesh, México, Filipinas, Yemen, Afganistán y Somalia, han participado en matrimonios forzados.

Sin embargo, Reiss mantiene que no se trata sólo un problema de los inmigrantes. “Es un problema que también existe de manera frecuente entre comunidades estadounidenses de no inmigrantes”, zanja.

Para terminar con esta situación, la organización de Reiss está luchando para que se apruebe una ley federal que evite que se reduzca la edad de casarse por debajo de los 18 años. Con este objetivo está pidiendo el respaldo de los legisladores tanto demócratas como republicanos. Aunque es consciente de que se trata de una tarea compleja, asegura que no cejará en su empeño para que en Estados Unidos no haya más matrimonios infantiles.

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