Las puertas rojas del «apartheid» de los refugiados
La identificación de sus viviendas facilita los ataques ultras con excrementos de perros, huevos y piedras
La Voz de Galicia, , 21-01-2016Si en 1941 los nazis marcaban en Alemania las casas de los judíos con la estrella de David sobre fondo amarillo, 75 años después los solicitantes de asilo en el Reino Unido son señalados por las puertas de su casas pintadas de rojo, facilitando los ataques ultras con excrementos de perros, huevos y piedras. Los hechos ocurren en la ciudad de Middlesbrough, en el noroeste de Inglaterra, una zona golpeada por la crisis de la siderurgia y las acerías, donde los solicitantes de asilo esperan una media de un año a que se tramiten sus papeles.
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Bajo el título «Apartheid de los solicitantes de asilo en las calles británicas», el diario The Times ha dejado al descubierto que la compañía de seguridad británica G4S, encargada de dar casa a los solicitantes de asilo, tiene 168 viviendas en el barrio de Gresham, uno de los más pobres de Inglaterra, de las que 155 tienen las puertas de color rojo. «Cuando la gente las ve, todos saben que significa que son de solicitantes de asilo», explicó una de las víctimas de los ataques.
Desde G4S intentaron lavarse las manos, alegando que la pintura fue elegida de forma casual y sin ninguna intencionalidad, además de mostrarse sorprendidos por lo ocurrido y puntualizar que nunca habían recibido quejas de sus inquilinos. El magnate inmobiliario Stuart Monk, propietario de esas casas municipales en las que nadie quería vivir y que se hizo con un millonario contrato por el alquiler, prometió que las pintará de diferentes colores.
Desde el Gobierno, el ministro de Inmigración, James Brokenshire, se comprometió a actuar con inmediatez y recalcó que «no será tolerado ese tipo de comportamientos». Sin embargo, los episodios de racismo que se viven en esta ciudad no son nuevos. Sin ir más lejos, la keniana Kamakura Nygothi reconoció que descubrió «lo que realmente significa el racismo» cuando vivía en Middlesbrough. En los buses la gente se negaba a sentarse a su lado y le gritaba «mono» y «solicitante de asilo».
Además, algunos vecinos de Middlesbrough protestan por el colapso del sistema sanitario y educativo y responsabilizan directamente al aumento del número de refugiados.
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