Durante la jornada del miércoles se registraron enfrentamientos en Calais (Francia) entre centenares de migrantes y las fuerzas del orden, que utilizaron gases lacrimógenos para controlar la situación, constató la AFP.

Estos incidentes tuvieron lugar después de que la prefectura de Pas-de-Calais diera un ultimátum a los migrantes para que abandonaran, antes de la tarde, una franja de terreno ubicada a lo largo del desvío portuario lindero con la población de chabolas conocida como ‘La Jungla’, deforestada por medidas de seguridad.

Un importante dispositivo policial fue desplegado para contener a entre 200 y 300 migrantes, según la AFP, que prendieron fuego sobre la acera a restos de basura y vegetación con el objetivo de bloquear al tráfico.

La acera fue finalmente desalojada y los últimos migrantes presentes en el lugar empujados hacia las chabolas.

Unos 4.000 migrantes, originarios de África del este, Oriente Medio y Afganistán, deseosos de cruzar hacia Gran Bretaña, su ‘El Dorado’, viven en condiciones nuy precarias en ‘La Jungla’.