Tusk advierte a Londres de que será intransigente
El presidente de la CE asegura que la Unión Europea mantendrá sus valores También señala a los socios que tienen hasta marzo para resolver la cuestión migratoria y evitar el colapso
Deia, , 20-01-2016Estrasburgo – El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo ayer que no va a “transigir” en “valores fundamentales” de la Unión Europea (UE) en las negociaciones con el Reino Unido de cara al referéndum sobre su pertenencia al club comunitario. “No vamos a transigir en valores fundamentales como la no discriminación y la libre circulación, pero haré todo lo que pueda para buscar una solución satisfactoria, también para la parte británica”, afirmó Tusk en el pleno del Parlamento Europeo (PE).
En un debate sobre las conclusiones del último Consejo Europeo, celebrado en diciembre, Tusk afirmó que “la cuestión del referéndum británico es más impredecible que nunca”, pero insistió en la necesidad de “buscar un acuerdo para febrero”. “Nuestra fuerza reside en nuestra unidad. Mantener la unidad europea va a ser mi objetivo principal a lo largo de 2016”, afirmó Tusk.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean – Claude Juncker, remarcó que “el acuerdo tiene que ser satisfactorio para el Reino Unido y también para la UE”.
“Queremos una solución satisfactoria para el Reino Unido, queremos que siga formando parte de la UE, y el acuerdo tiene que ser satisfactorio para el Reino Unido y también para la UE”, afirmó.
Juncker también hizo un llamamiento a la unidad de la UE y pidió a los Estados miembros “superar los egoísmos nacionales y recuperar el espíritu pionero de la construcción europea sin olvidar la solidaridad de esta Unión”. “Tenemos que ofrecer una respuesta solidaria y común a los desafíos a los que nos enfrentamos”, afirmó.
El primer ministro británico, el conservador David Cameron, ha prometido convocar un referéndum antes de que termine 2017 sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea, pero antes busca concretar una serie de reformas, sobre todo en materia de inmigración y competencia, que confía en alcanzar el mes próximo con sus socios europeos.
plazo a la crisis migratoria Tusk, dijo ayer que la Unión Europea tiene hasta marzo “para ver si funciona” la estrategia para resolver la crisis migratoria y que, en caso contrario “las consecuencias serán graves” con un “colapso de Schengen”. “El Consejo europeo de marzo será la fecha límite para ver si la estrategia funciona. Si no, las consecuencias serán graves, como el colapso de Schengen”, afirmó Tusk en el pleno del Parlamento Europeo (PE), en un debate sobre las conclusiones de la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, celebrada en diciembre.
En su intervención, Tusk hizo un llamamiento a los Estados miembros para que “apliquen” la estrategia de la UE y dijo que la unión de los Veintiocho “fracasará” como comunidad política en caso de no lograr controlar adecuadamente sus fronteras exteriores. “Si no podemos vigilar las fronteras adecuadamente fracasaremos como comunidad política”, subrayó. Por su parte, el presidente de la CE, Jean – Claude Juncker, apeló a la solidaridad de los Estados y a la unidad para lograr una gestión eficaz de los flujos migratorios, que, en fechas navideñas ascendieron a más de 2.000 entradas diarias, según datos de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex). “Si tenemos una frontera común la tenemos que gestionar juntos. La generación de Erasmus y de Internet no conoce fronteras”, concluyó.
una solución solidaria Por su parte, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, apeló ayer a una mayor solidaridad de los países de la UE para lograr la reubicación de refugiados, un asunto que “no es unilateral”, sino que tiene que ver con “la responsabilidad” de los países. “Todos los Estados miembros deben arrimar el hombro en materia de reubicación. Cada cual debe respetar sus compromisos y la solidaridad”, afirmó Bettel en un debate en el pleno del PE sobre el balance de la presidencia luxemburguesa de turno del Consejo de la UE, que tuvo lugar entre julio y diciembre de 2015.
El primer ministro, que cede ahora el relevo a su homólogo holandés, Mark Rutte, dijo que desde la presidencia ha “tratado de tomar una serie de medidas” orientadas a resolver esta crisis, pero reconoció que “quizás la Unión no ha actuado con la suficiente rapidez”.
Jean – Claude Juncker, opinó que la presidencia luxemburguesa ha sido “un éxito en la cuestión de la inmigración”, en un contexto “particularmente difícil”, al lograr “un diálogo constructivo entre 28 realidades nacionales distintas, incluso diametralmente opuestas”.
“Hay que proseguir ahora el trabajo”, añadió Juncker, para quien, en los últimos seis meses se han puesto en marcha medidas “para rebajar los riesgos que pesan sobre el espacio Schengen”, desde la creación de los hotspots (centros de identificación), la reubicación de refugiados o el nuevo cuerpo europeo de guardias fronterizos. Juncker también reconoció que se han puesto de relieve las “carencias entre los servicios secretos y las fuerzas policiales de los Estados” y consideró que “habrá que hacer más esfuerzos en este sentido”. – Efe
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