Asier Santillán Urretxuarra que trabaja para la unión Europea
“Tenemos la guerra de Siria a las puertas de Europa y estamos utilizando la táctica del avestruz”
Santillán se inició como voluntario en la Cruz Roja y posteriormente estuvo en los Balcanes y en Colombia. Actualmente trabaja para la Unión Europea, en Brasil.
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 19-01-2016urretxu – ¿Recuerda cómo se empezó a interesar por los conflictos internacionales?
- Fui voluntario de la Cruz Roja durante diez años y cuando estudié Derecho me fascinó el Derecho Internacional Público. Así, cuando en 1992 me surgió la oportunidad de ir a Bosnia, no me lo pensé dos veces. Pasé dos meses allí, conviviendo y trabajando con las víctimas de la guerra. Esa experiencia cambió mi percepción del mundo. Además, en los 90 también estábamos en crisis y tenía claro que quería trabajar en el ámbito de los Derechos Humanos. En Euskal Herria este campo siempre ha estado muy politizado y no había sitio para un heterodoxo como yo, por lo que tuve que buscarme la vida fuera.
¿Dónde más ha trabajado?
- Pasé casi nueve años en los Balcanes. Durante ese periodo volví a Euskadi para trabajar en el sindicato ELA, pero no me adapté. Estaba acostumbrado a analizar los problemas y tomar las decisiones en equipo y no a decir siempre “sí” a un jefe. Al poco, Naciones Unidas me llamó para trabajar en Angola y después volví a Kosovo. En 2007 la Unión Europea me ofreció la oportunidad de trabajar en Colombia y ahora estoy con la UE en Brasil.
Habrá vivido todo tipo de experiencias.
- He perdido a conocidos en Afganistán, Siria e Irak. Muchos amigos viven en aquellos países y en otros lugares peligrosos que no son tan conocidos y sigo las noticias con un punto de tensión. En cuanto a los buenos momentos, el día más especial de estos últimos años ha sido el del acuerdo entre el Gobierno de Colombia y las FARC. Tuve ocasión de colaborar en el inicio de las negociaciones y veo con alegría que todo va adelante. De todos modos, la ejecución de los acuerdos es muy complicada y eso me produce inquietud.
¿Cuál es su labor en Brasil?
- Nos dedicamos al seguimiento de los programas de cooperación para el desarrollo que tenemos en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Venezuela. Trabajamos por el fortalecimiento de los Derechos Humanos, el buen gobierno y el Estado de Derecho, con las ONG locales y las universidades.
¿Cómo ve Euskadi?
- Me preocupan la crisis y sus consecuencias. Las medidas que han tomado los gobiernos europeos han perjudicado a los ciudadanos. Si no se llevan a cabo cambios profundos, las consecuencias serán aún peores. Las desigualdades se han acentuado y ha habido grandes recortes. En cuanto al cese de la actividad armada de ETA, estoy esperanzado y sorprendido al mismo tiempo. Por fin estamos ante el reto de construir otro tipo de sociedad, pero este reto no aparece por ningún lado en el día a día. No veo muy movilizada a la sociedad civil. Son las instituciones y los partidos los que están gestionando todo esto y no sé hasta qué punto es eso bueno. Tener una memoria oficial estaría bien, si la sociedad participase en la elaboración de ese relato. Son las instituciones las que entregan informes a los ayuntamientos y creo que debería ser al revés.
¿Cómo ve el mundo?
- El mundo está bastante revuelto. Algunos responsables de lo que sucede en Siria, Irak y Afganistán los tenemos muy cerca, pero siguen callados y la sociedad civil no les exige responsabilidades. En África hay países que están viviendo el desarrollo económico más importante de su historia y otros que están inmersos en guerras interminables. En lo que respecta al capitalismo, no podemos dar libertad total a los mercados. Tiene que haber reglas. Hay que poner límites a los depredadores, porque si no nos van a comer.
¿Cómo ve la tragedia de los refugiados?
- Los países de Europa tienen medios para responder mucho mejor. Hay una falta de voluntad denunciable. Tenemos la guerra de Siria a las puertas de Europa y estamos utilizando la táctica del avestruz. En lo que respecta a los medios, la información es muy ligera respecto a la que se dio durante la guerra de Bosnia. En aquellos tiempos desayunábamos, comíamos y cenábamos con la guerra. Las imágenes nos producían dolor de tripas y hacían que fuéramos más solidarios.
¿Qué planes tiene para el futuro?
- Estoy terminando mi tesis, que recoge mi experiencia en los Balcanes. A veces me dan ganas de dejar mi trabajo en la Unión Europea, pero la verdad es que estoy muy a gusto. Sé que no está de moda, pero siempre he defendido la Unión Europea y los principios que defienden sus tratados. Soy un acérrimo defensor de los Derechos Humanos, la democracia y la cooperación para el desarrollo.
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