50.000 euros por robarle el sueño a Le Pen
El político de 87 años exige esa cantidad al exnovio de Madonna por hacerle un selfie a traición para pedir el voto contra la ultraderecha francesa
El Correo, , 15-01-2016La venganza es un plato que se sirve frío. Y helado es como se ha quedado el ex de Madonna, el bailarín de origen argelino Brahim Zaibat, al recibir una carta del líder ultraderechista francés Jean – Marie Le Pen. El fundador del Frente Nacional le exige 50.000 euros por tomarse un selfie con él mientras dormía en un avión. Ambos coincidieron en el mismo vuelo el pasado 12 de diciembre y al joven de 29 años no se le ocurrió mejor forma para pedir el voto contra los ultras que subir a Instagram la instantánea con un punzante mensaje. «Dejadlos noqueados mañana votando. ¡Por la conservación de nuestra Francia fraternal!».
El veterano político de 87 años, expulsado de su propia formación el pasado agosto por defender el holocausto, está convencido de que la bromita de Zaibat «fue de importancia capital en la derrota del partido». La ultraderecha pinchó un día después. Se desinfló como un globo en la segunda vuelta de las elecciones regionales después de haber sido los más votados en la primera ronda. Al final no pudieron hacerse con ni un solo bastión y eso es algo que Jean – Marie no le perdona.
El 22 de enero el caso llegará a los tribunales galos y la batalla se antoja, cuanto menos, curiosa. No parece que el controvertido dirigente que disputó en 2002 la presidencia a Jacques Chirac vaya a conformarse con poco. Aparte de los 50.000 euros, sus abogados reclaman a Zaibat una disculpa pública dirigida a sus seguidores en las redes sociales y otra a Jean – Marie. Más le vale darse prisa al bailarín de break – dance que fue pareja de la reina del pop de 2010 a 2013. Por cada día que pase sin entonar el ‘mea culpa’ esperan cobrarle una multa de 10.000 euros.
Al mítico ultraderechista son ya muchos los disgustos que se le acumulan. Además de ser investigado por declarar un patrimonio «anormalmente bajo», aún le duele que su propia hija Marine Le Pen le haya echado del Frente Nacional. «Es sucio matar a papá», le echó en cara. Pero ni se inmutó tras decir que la ocupación nazi «no fue particularmente inhumana» y que las cámaras de gas fueron «un detalle de la historia».
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