Laura Gutiérrez Larrañaga es una joven zarauztarra de 24 años que se ha marchado con el nuevo año a Australia, un país que ya conoce y donde reside desde junio del 2014, aunque estos últimos meses, por motivo de la boda de su hermana, los ha pasado en Zarautz junto a su pareja el australiano Caleb. Recientemente volaron de nuevo al país de los canguros y de la fauna salvaje, en busca de mejores oportunidades de futuro y comenzar una nueva vida. Aprovechando su experiencia en las antípodas y su necesidad de seguir atada a este país que «tanto le ha enganchado», ha creado una página web llamada Australirantz (http://www.australirantz.com), que en castellano significa ‘hacia Australia’, con el propósito de orientar gratuitamente a todo aquel que quiera estudiar, trabajar y vivir en Australia. Y es que son bastantes los vascos que últimamente han optado por volar al país australiano. Ella se ofrece para ayudar a las personas que decidan, como ella, dar el salto.

Laura finalizó los cuatro cursos de Comunicación en la Universidad de Deusto en Donostia y tenía claro que necesitaba mejorar su nivel de inglés para poder encontrar trabajo. Ante esa disyuntiva y sin pensárselo demasiado, en junio de 2014 viajó hasta Australia. Utilizó la web Couchsurfing para conocer gente local y buscar alojamiento durante sus primeros días en Australia, y en ese primer momento se puede decir que se le abrieron muchas puertas para decidir continuar en las antípodas. «En la web te ofrecen alojamiento, te enseñan la ciudad, tienes posibilidad de conocer gente… Gracias a esta web, durante mi primer fin de semana en Australia conocí a toda una cuadrilla de australianos y también tuve la suerte de conocer a mi pareja. Durante los primeros meses aproveché para viajar por el país, recorrimos la región de Queensland por toda la costa, visitamos Melbourne, Sydney… Después, me apunté a un curso de inglés, y al mismo tiempo, trabajé como niñera».

Tras varios meses en Zarautz, Laura ha regresado de nuevo a Australia, esta vez al pueblo de Byron Bay, en el estado de Nueva Gales del Sur. «Es un pueblo pequeño, muy bohemio y con unas playas preciosas. Hemos encontrado una casa que compartiremos con dos chicas. A pesar de que he mejorado bastante mi nivel de inglés, quiero seguir mejorándolo para poder encontrar trabajo en lo mío, en lo que he estudiado». Laura indica que a diferencia de aquí, en Australia los jóvenes terminan sus carreras y encuentran trabajo, normalmente, bastante rápido. «Aunque es cierto que para los de fuera quizás es algo más difícil colocarse en trabajos cualificados, como por ejemplo en el campo de la Comunicación, que es lo mío. Para ello, un buen nivel de inglés es imprescindible».

«Sueldos más altos»

Con la web que ha creado, Australirantz, Laura pretende ayudar a quienes quieran viajar a Australia con todo lo que necesitan saber para ir allí: información sobre visados, el estilo y el coste de vida, las principales ciudades… «La gente ya me ha empezado a hacer consultas. Mi intención, además de ayudar a todo aquel que quiera viajar a Australia, es seguir creciendo y aprendiendo dentro de la comunicación. Aunque no obtengo ningún beneficio económico, considero que el haber creado este espacio requiere y muestra proactividad, lo cual buscan, cada vez más, las empresas. Quién sabe si en un futuro Australirantz me abrirá nuevas puertas».

No tiene dudas de lo bien que se vive en Euskadi pero, pese a ello, Laura opina que la calidad de vida en Australia es bastante superior. «Aquí casi todos los jóvenes vivimos hasta cierta edad con nuestros padres. Allí son mucho más independientes; ello es debido a que encuentran trabajo enseguida. Hay muchas más oportunidades y los sueldos son bastante más altos. Es un país muy atractivo. Además, el buen tiempo ayuda mucho, con temperaturas rondando la treintena de grados todo el año en el norte del país. Ahora allí es verano y en su zona cálida están a 33 – 35 grados. En las noches de invierno el tiempo refresca algo, pero durante el día la temperatura es casi como en verano aquí».

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con su ranking anual de países con mejor calidad de vida, ha confirmado por cuarto año consecutivo que Australia es el mejor país del mundo para vivir. Laura asiente que «Australia es un país seguro, tiene un sistema educativo con un nivel por encima de la media y su tasa de desempleo es muy baja, aunque no vayamos a engañarnos, tampoco es todo tan sencillo. Si vas pensando en trabajar en lo tuyo, hay que tener paciencia, perseverar en el intento». A diferencia de aquí, allí los salarios se pagan a generalmente a la semana y la renta de la casa también se paga a la semana. Aunque la vida es un poco más cara que aquí, la calidad de vida también es mayor.

Lo que más echa de menos Laura son la familia y la comida. «Se come bien, sano, pero no como aquí. No cuentan con ningún plato tradicional, ya que es un país muy multicultural y habitado por emigrantes, mayormente anglosajones, que emigraron a Australia hace tan solo unos 200 años». En cuanto a la distancia, asegura que las nuevas tecnologías y en especial el Skype ayudan mucho para el contacto y la comunicación diaria con la familia y amigos.

Volar a Australia supone estar un día entero en el avión. A Laura este viaje le ha costado 800 euros. Pero los da por bien empleados si, como pretende, encuentra trabajo en lo suyo. En un futuro no muy lejano, solicitará el visado de pareja para quedarse durante más tiempo.

Indica que allí hay mucha demanda, por ejemplo, en el campo de la medicina y la ingeniería, sobre todo en las grandes ciudades como Melbourne, Perth, Sydney y Brisbane. Reconoce que tuvo suerte al conocer enseguida a gente que le hicieron sentir como en casa. «Los australianos son gente abierta, tienen mucho humor, tienen una gran cultura musical y añadiría que son gente muy agradable, con una actitud muy positiva y que, como los vascos, son de cuadrillas».

Al despedirse de su familia zarauztarra, a Laura se le escapó alguna lagrimita, ya que volaba al otro lado del mundo. «Pero no me arrepiento para nada de la decisión que tomé en su día, ya que, sin duda alguna, es la mejor que he tomado hasta ahora. Considero que es muy importante viajar, aunque sea solo temporalmente. Salir de tu entorno para crecer como persona y aprender a desenvolverte. Zarautz siempre va a estar ahí para cuando decida volver».