La Ciudad Autónoma de Melilla está “desbordada” tras el incremento en un 60 % de los menores extranjeros no acompañados en un año, al pasar de 200 a 320 en la actualidad, lo que ha obligado a instalar literas y adoptar otras medidas en los centros de acogida para dar respuesta a la demanda.

En rueda de prensa, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha hecho hoy un llamamiento a las autoridades de Marruecos para que acepten el retorno de los menores procedentes de este país, que son la mayoría de los que entran de forma irregular en la ciudad autónoma, ya que “la solución” a este problema es que estos menores “retornen a sus hogares”.

Esa es la manera, según Imbroda, de “cortar” ese efecto llamada con la entrada de los menores a Melilla, un problema ante el que el Gobierno de España y la Ciudad Autónoma “ya se movió”, pero que “hasta ahora no ha habido éxito en una cosa que es de justicia” porque se trata de un asunto en el que deben intervenir los dos países implicados.

Imbroda ha dicho que la mejor manera de que un menor pueda formarse es el arraigo familiar, que es “muy importante” para el futuro de estos niños y adolescentes, pero para ello es necesario que Marruecos acepte que “son menores suyos” y también el retorno “con todas las condiciones, requisitos y cautelas para que realmente no sufran ningún percance”.

Ha aseverado que la Ciudad Autónoma está dispuesta a hacer “todo lo necesario”, incluso ponerse a disposición de las autoridades marroquíes competentes “y cumplir a rajatabla la ley y el derecho de protección al menor internacional”, ya que sabe dónde están las familias de estos jóvenes y dónde viven.

Para ello, ha recordado que existe un acuerdo de colaboración firmado por España y Marruecos en la década de los 90, que entró en vigor en 2012 tras su publicación oficial, por lo que ha pedido que cada una de las partes cumpla su parte.

Imbroda ha asegurado que los menores que “realmente se quieran quedar” en Melilla podrán hacerlo, y la Ciudad Autónoma se encargará de su tutela y cuidado “sin ningún problema”, pero ha insistido en que los servicios encargados de los menores están “desbordados y Marruecos debe ponerse a hacer la tarea”.

Respecto al joven que desapareció la pasada Nochevieja en su intento de alcanzar a nado un barco, cuyo cuerpo sin vida fue rescatado el 8 de enero por la Guardia Civil, Imbroda ha dejado claro que se trataba de un mayor de edad, y ha pedido que no se haga “política carroñera” de este hecho “luctuoso”.