El ‘método Tahrir’ en plena Alemania

Los agresores de Colonia actuaron como los de la plaza egipcia símbolo de la Primavera Árabe

El Mundo, CARMEN VALERO BERLÍN, 12-01-2016

«Sentí muchas manos tocando mi pecho, mi entrepierna. Luego, de repente, una multitud me arrancó la ropa. Y me violaron». Lo que vivió la periodista estadounidense Lara Logan en la plaza Tahrir de El Cairo la noche del 11 de febrero de 2011, el día que el dictador egipcio Hosni Mubarak renunció al poder, no fue un caso aislado. Entre 250 y 300 mujeres fueron agredidas sexualmente durante las concentraciones en la plaza símbolo de la Primavera Árabe. Lo ocurrido la pasada Nochevieja en Colonia recuerda a Tahrir, aunque el Consejo alemán de Mujeres Feministas rechaza ese paralelismo porque «la violencia sexista no es un daño colateral». En ambos casos, sin embargo, el patrón es el mismo: hombres divididos en grupos forman un círculo en torno a la víctima y, una vez aislada, le roban, agreden y, si se tercia, la violan. Este modus operandi made in Egipto ya es habitual y conocido en el norte de África como taharosh o mo’aska.

En Alemania, a estas bandas se les llama Antanzer o bailones porque se acercan a la víctima cantando, invitándola a bailar. «Estamos ante una dimensión nueva del delito», repite el ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, que habla de dimensión porque hace varios años que los bailones actúan más o menos tímidamente en Alemania, Suiza, Finlandia, Austria y Suecia.

En Colonia, el caso más grave por la magnitud de los hechos, los agresores eran un millar y en su mayoría, según constatan las víctimas y las autoridades de Interior, procedentes del norte de África y países árabes.

Entre los agresores había afganos, sirios, paquistaníes, marroquíes, tunecinos y refugiados, posiblemente reclutados en centros de acogida por bandas que ofrecen un reparto de botín más rápido que las ayudas sociales.

Para el ministro de Justicia no cabe la menor duda: «Nadie puede decirme que esto no estuvo coordinado. Cuando una horda humana se junta para cometer delitos, parece que tiene que haberse planeado de alguna forma». Su hipótesis cobra fuerza en tanto que las agresiones en Colonia se producían de forma simultánea en otra docena de ciudades alemanas, además de en Finlandia, Suiza, Austria.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)