«La Europa multicultural ha fracasado»
Once heridos en agresiones xenófobas mientras se disparan las amenazas contra los musulmanes en Alemania
El Mundo, , 12-01-2016Malos tiempos para la tolerancia, la solidaridad y la concordia en Europa y en Alemania, donde la ola de robos y agresiones sexuales presuntamente perpetrados por cientos de norteafricanos y árabes la pasada Nochevieja está sacando a relucir sentimientos xenófobos e islamofobia.
«Sufrimos una nueva dimensión de odio», denunció ayer el presidente del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania, Aiman Mazyek, al revelar que en los últimos días se han recibido en sus oficinas cientos de correos electrónicos, mensajes y cartas de amenaza con un contenido muy violento y racista en contra de la asociación y en contra de los musulmanes».
«Las llamadas telefónicas son tan abrumadoras que ya no cogemos el teléfono», relata Mazyek, quien dice estar más interesado que nadie en que se esclarezca lo ocurrido en Colonia y en otras ciudades alemanas porque «se nos está criminalizando y con ello, a una religión de paz que condena todas las agresiones sexuales a mujeres».
Las declaraciones del líder musulmán no son el único termómetro que indica hasta qué punto la repulsa social se reviste de odio y venganza contra norteafricanos y árabes, seña de identidad de los presuntos agresores y por cuyos actos ya se han presentado –sólo en Colonia– 517 denuncias, de las 237 son de carácter sexual.
Las redes sociales echan humo y los comentarios incendiarios se convierte en virales.
El portal de noticias Spiegel Online se ha visto obligado a cerrar la posibilidad a sus lectores de dejar comentarios a los artículos relacionados con lo sucedido en Fin de Año «ante la imposibilidad de moderar un foro que se nutre con comentarios intolerables que rayan la ilegalidad».
Se puede añadir a la lista la cacería organizada este fin de semana a través de Facebook por moteros y hooligans en los alrededores de la estación de Colonia, en la que hubo 11 extranjeros –incluidos paquistaníes, guineanos y sirios– heridos. Dos de ellos fueron llevados al hospital. Y el repunte del movimiento islamófobo Pegida, que ayer celebró su primer aniversario en la ciudad de Leipzig.
El partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD), también ha aprovechado la coyuntura para reiterar su rechazo a la laxa política de la canciller Angela Merkel hacia los refugiados y advertir de que la criminalidad en Colonia «no ha hecho más que empezar».
«Si el flujo de llegadas se mantiene y este año le sumamos otro millón, la integración será imposible. La Europa multicultural ha fracasado», sostienen portavoces de AfD. Pero ¿qué piensa la mayoría de población? Pues según una encuesta realizada por el instituto demoscópico Forsa para medir el impacto de los sucesos de Colonia en la población, el 60% de los alemanes no ve razones para cambiar de actitud hacia los extranjeros, mientras que un 37% reconoce que ahora los ven de forma más crítica.
Así la cosas, el ministro de Justicia, Heiko Maas, ha redoblado sus llamamientos contra los intentos de neonazis y otros grupos de ultraderecha de instrumentalizar los sucesos de Nochevieja. «Da la impresión de que había gente que estaba esperando a que ocurriera algo así para dar rienda a su odio racial», lamentó ayer. «No podemos dejarle el campo libre a incendiarios extremistas».
Mass reproducía casi al guión declaraciones de su colega de Interior, Thomas de Maizière, quien, en un discurso ante la Federación Alemana de Funcionarios Públicos, volvió a insistir en la necesidad e importancia de no generar un clima de sospecha generalizada contra refugiados, solicitantes de asilo o migrantes.
Porque «nosotros estamos agradecidos a Alemania por su acogida y nunca haríamos algo así», reza una carta abierta enviada a Merkel por cuatro refugiados, misiva de condena a lo ocurrido en Colonia que se sumó al acto protagonizado este fin de semana frente a la estación de la ciudad por un grupo de refugiados con pancartas que decían: «No en nuestro nombre».
Mientras, la responsable de la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, lanzaba un llamamiento a la unidad, no ya en Alemania, sino en toda la Unión Europea, para hacer frente a la crisis de los refugiados y reiterar la necesidad de repartir la presión porque «juntos somos más fuertes», dijo.
El ministro de Exteriores checo, Lubomir Zaoralek, con quien Mogherini se entrevistó en Praga, declaraba que «lo sucedido en Colonia es la confirmación de que estamos ante una situación de alto riesgo». También el Papa pidió «vencer el miedo inevitable» que comporta el actual fenómeno migratorio, acoger a los inmigrantes y plantear soluciones.
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