Colonia dicta la política de Merkel

La CDU anuncia leyes que faciliten la expulsión de delincuentes extranjeros mientras la violenta protesta de Pegida en la ciudad renana es dispersada por la policía

El Correo, juan carlos barrena, 10-01-2016

El Gobierno alemán está en el punto de mira desde que se dio a conocer que docenas de mujeres fueron agredidas sexualmente durante la Nochevieja en Colonia por hombres y jóvenes al parecer de origen norteafricano y árabe, que en muchos casos aprovecharon su azoramiento para robarles carteras y móviles. La política referente a la crisis migratoria europea trae de cabeza al Ejecutivo de Angela Merkel y los sucesos ocurridos durante la última noche del año no han hecho sino agravar la situación. Así que la clase política alemana buscó ayer tranquilizar la preocupación popular. Durante una reunión de la cúpula cristianodemócrata (CDU) en Maguncia, su presidenta y canciller federal, Angela Merkel, anunció nuevas leyes para facilitar la expulsión y deportación de delincuentes extranjeros, también de refugiados que cometan delitos en este país. «Lo sucedido en la noche de San Silvestre son actos criminales repugnantes que demandan respuestas decididas», dijo Merkel, quien subrayó que los cambios legales se llevarán a cabo «en interés de los ciudadanos, pero también en interés de la gran mayoría de los refugiados».

En la llamada ‘Declaración de Maguncia’, la CDU se compromete a introducir también «rastreos velados», es decir, controles aleatorios de identidad, para detectar delincuentes extranjeros y a suspender o rechazar el derecho de asilo para aquellos refugiados o peticionarios en trámite que hayan sido «condenados en firme por un delito a una pena de cárcel, igualmente si conlleva libertad condicional, para localizar así también especialmente a los delincuentes en serie». Actualmente los peticionarios de asilo o refugiados solo pierden sus derechos como tales cuando son condenados a penas de tres años o más.

La declaración contempla también la creciente preocupación de la población por la incesante llegada de peticionarios de asilo cuando reconoce que «una continuidad del actual flujo desbordaría al Estado y la sociedad, también en un país como Alemania». En ese sentido, Merkel señaló que «reafirmamos aquí de nuevo el hecho de que Alemania asume su responsabilidad de acoger refugiados. Pero decimos a la vez que hace falta más orden y control, así como una reducción sostenible de su número».

También los socialdemócratas (SPD), socios menores de la coalición gubernamental en Berlín, defendieron endurecer esa legislación, así como otras leyes para la defensa de la mujer frente a la violencia. La ministra de Familia, Mujer y Tercera Edad, la socialdemócrata Manuela Schwesig, expresó su apoyo a su correligionario y titular de Justicia, Heiko Maas, en su proyecto de reforma del apartado del derecho penal referido a la violación, que podría ser aprobado este mismo año por el parlamento germano. La ley actual establece que debe haber violencia para que el sexo forzoso sea considerado una violación. El proyecto de ley contempla otras formas de coacción, también psicológicas, por parte del violador o que la víctima se sienta subjetivamente desvalida, entre otros nuevos supuestos. «En Alemania una de cada tres mujeres experimenta al menos una vez en la vida violencia física o sexual», señala la ministra en declaraciones que publica hoy el dominical ‘Bild am Sonntag’.

Cañones de agua

Colonia vivió ayer manifestaciones de todo signo por los sucesos de Año Nuevo. Hubo desde una protesta espontánea a modo de ‘flashmob’ con cientos de mujeres, a sendas concentraciones de izquierda y extrema derecha ante la catedral y la estación central de la ciudad renana para denunciar esos hechos y exigir medidas para impedir que se repitan.

Mientras las dos primeras tuvieron un desarrollo pacífico, la tercera fue disuelta a la fuerza por la Policía, que llegó a utilizar cañones de agua contra quienes acudieron a la llamada de los racistas ‘Patriotas europeos contra la islamización de occidente’ (Pegida) y el movimiento local de ultraderecha ‘Pro – Colonia’, después de que los agentes se vieran agredidos con el lanzamiento de botellas y material pirotécnico. Las dos organizaciones recibieron el apoyo de cientos de seguidores del grupo radical ‘Hooligans contra Salafistas’ (Hogesa), que se encargaron de elevar al máximo el nivel de violencia.

Radicales de extrema derecha se manifestaron bajo el lema ‘Pegida protege’. /
EFE

La manifestación convocada bajo el lema ‘Pegida protege’ mostró una alta agresividad desde su comienzo, poco después del mediodía. Los participantes lanzaron repetidamente cohetes y petardos contra los agentes que la escoltaban, portaban pancartas con textos como ‘Busco Orban, ofrezco Merkel’ – en referencia al polémico primer ministro húngaro y la canciller alemana – , corearon lemas ultraderechistas como ‘Alemania para los alemanes’ e hicieron en muchos casos el saludo hitleriano, castigado por ley en este país. Varios periodistas que cubrían las protestas en Colonia fueron agredidos por los militantes de ultraderecha, aunque la policía intervino a tiempo para evitar males mayores. Uno de los oradores aseguró que «el islam es el cáncer y Pegida la curación», mientras un segundo calificó los sucesos de Año Nuevo en la ciudad de «pogromo de Colonia» y «genocidio al pueblo alemán».

Organizaciones de izquierda, sindicatos y movimientos ciudadanos se reunieron a su vez bajo el lema ‘Colonia contra la derecha’. La portavoz de estos últimos, Sonja Ziegler, declaró que «la hipócrita indignación de Pegida y compañía, cuyos orígenes se encuentran en ambientes sexistas y violentos, solo tiene un objetivo: aprovecharse de la comprensible indignación por las agresiones para alimentar un ambiente racista y violento contra todos los migrantes y refugiados».

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