es la primera de 2016

Iñaki y Tania, una pareja de Oñati, vio nacer a su segunda hija pasados tres minutos de las campanadas. La niña, de 3,1 kilos, fue el primer bebé de Euskadi.Sus aitas no pudieron empezar el Año Nuevo en el monte o la playa, como cientos de personas

Diario de noticias de Gipuzkoa, Un reportaje de Mikel Mujika. Fotografías Ainara Garcia/Gorka Estrada, 02-01-2016

Maddi Dorado solo esperó tres minutos del nuevo año para dar una alegría a sus padres, Tania e Iñaki; y su hermana Ainhoa, de tres añitos, que ayer mismo bajo la supervisión y ayuda de sus aitas, sujetaba a la pequeña y la besaba con mucho cariño. Maddi se convirtió en el primer bebé nacido en la red de hospitales públicos de Euskadi en 2016.

Esta oñatiarra de 3,1 kilos nació en el hospital comarcal de Debagoiena, en Arrasate, y ayer ya posaba con su familia para decenas de cámaras de medios de comunicación que a lo largo del día fueron pasando por su habitación. Tania, su madre, era el rostro de la felicidad. Solo seis minutos después nacía en Bizkaia el que por un momento se pensó que era el primer bebé de la CAV, el primero de dos mellizos. Más tarde se supo que Maddi le había ganado la partida por muy poco.

La felicidad no es mayor por ser la primera, pero sí el revuelo que se crea a su alrededor. Maddi es noticia hoy. Un gran despliegue de medios de comunicación dio la bienvenida a esta preciosa niña. Es la segunda hija de Iñaki y Tania, de 33 y 31 años, respectivamente, y vecinos de Oñati.

El padre, Iñaki, se mostraba muy satisfecho pocas horas después del nacimiento y, según informaron fuentes del hospital, madre e hija también se encontraban en buen estado. La imagen así lo atestigua.

Poco tiempo dejó pasar también el primer bebé nacido en 2016 en el Hospital Donostia. A las 00.20 horas, María, una vecina de Donostia, dio a luz a un niño de 3,490 kilos. Se trata de Aritz Ezeiza, el segundo guipuzcoano de 2016 y el cuarto de la CAV, tras los mellizos vizcainos. Su padre y su madre posaban ayer por la tarde con su primer hijo. En Zumarraga el primer nacimiento tuvo que esperar a la tarde.

Los primeros en llegar al mundo en Bizkaia fueron los citados mellizos, Oinatz y Udane. Nacieron en el hospital de Cruces, en Barakaldo, a las 00.09 el primero, Oinatz; cuatro minutos más tarde se presentó su hermana Udane (00.13 horas).

Según informaron fuentes del centro hospitalario, Oinatz pesó al nacer 2.500 gramos, y Udane 2,6 kilos. Los padres, una pareja de Lemoa de 31 y 35 años de edad, son primerizos.

En el Hospital de Txagorritxu, en Vitoria, el primer nacimiento se produjo a las tres y cinco de la madrugada. Se trata de Nahia, una vitoriana hija de colombianos.

También hijo de inmigrantes fue el primer navarro de 2016, Iker Manuel, que pesó 3,011 kilos y vino al mundo a la 1.25. Sus padres son de nacionalidad nicaragüense (Rosa Janeth Salgado) y ecuatoriana (Manuel Medina). Residen en Abejeras.

Tradición “en aumento”

Y de los hospitales, al monte. La fiebre montañera también se expande en Año Nuevo. Mientras los recién nacidos y sus familias descansaban tras la explosión de alegría y el esfuerzo del parto, cientos de guipuzcoanos se calzaron las botas desde primerísima hora de la mañana, incluso antes de amanecer. Con linternas y frontales desde antes de las ocho de la mañana.

La habitual subida al monte Adarra (819 metros de altitud) se convirtió en una procesión que vivió su momento de auge hacia las 10.00 horas, momento en el que centenares de personas ascendían a esta montaña de Urnieta con 500 metros de desnivel positivo. En la carretera entre Xoxote y Urnieta, desde donde se aborda la ascensión a pie, se acumulaban coches aparcados a ambos lados de la calzada durante más de 500 metros. Según algunos cálculos, más de 2.000 personas podrían haber subido ayer al Adarra para celebrar la llegada de 2016.

Jesús Mari Alquézar, el presidente del Club Vasco de Camping, relató a este periódico que “nunca había visto tanta gente” y que esta tradición de subir al Adarra al Año Nuevo “va en aumento, con gente de todas las edades. Ha sido un auténtico espectáculo”, dijo.

En la cima, los socios del club Euskalduna de Andoain repartieron caldo, como viene siendo habitual, mientras que los del Club Vasco de Camping despachaban cava frío. La ascensión al Adarra sigue siendo un referente de una tradición montañera que también se repite en otras cimas del territorio como pueden ser Txindoki o Aizkorri, entre otros.

En La Concha

Y no podía faltar el agua. De forma espontánea, la playa de La Concha también fue punto de encuentro de decenas de personas que decidieron iniciar el año con un chapuzón en el mar. Así se congregaron varios donostiarras para dar la bienvenida a 2016 y activar la circulación sanguínea.

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