Sufrir racismo u odio en el colegio puede marcar a un niño para toda la vida
Estos episodios pueden provocar problemas de desarrollo cerebral si el escolar es menor de cinco años
El País, , 31-12-2015Según un manual editado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, dirigido a los profesores, para la detección y prevención de este tipo problemas en los centros escolares el impacto que tienen este tipo de incidentes en los menores pertenecientes a minorías étnicas, culturales o religiosas en la etapa escolar marca de manera significativa su vida futura. El trabajo concluye que mientras la mayoría de las víctimas de delitos se recuperan «entre el mes y los tres meses» después de sufrirlo, en el caso de los niños víctimas de delitos de odio «las secuelas emocionales permanecen en el tiempo e incluso a lo largo de toda su vida».
Asimismo, advierte de que no sólo afectan a la víctima directa, sino también a sus familias, miembros de las minorías a las que pertenecen y a toda la comunidad y sugiere que la experimentación de un trauma acarrea una serie de efectos sobre el desarrollo del cerebro infantil. «Las experiencias traumáticas experimentadas antes de los cinco años, la edad en que el cerebro está casi completamente desarrollado, pueden alterar el desarrollo de las vías nerviosas», alerta.
Entre las razones que explican la gravedad de las secuelas de los incidentes de odio en los niños y jóvenes, destaca que al producirse en relación con la identidad de la víctima, afectan a su autoestima. Además, señala que las experiencias traumáticas pueden provocar que el niño aprenda mecanismos de hipervigilancia o de agresión para autoprotegerse y que no se trata de una agresión aislada sino conectada con otra serie de incidentes experimentados por la víctima directa o indirectamente.
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