El racismo ‘encañona’ al protegido de Obama
El alcalde de Chicago puede caer víctima de las tensiones derivadas de actuaciones de la policía
El Mundo, , 31-12-2015El alcalde de Chicago y antigua mano derecha de Barack Obama, Rahm Emanuel, cambió el miércoles los 22 grados de La Habana, donde estaba de vacaciones de Navidad –todo un signo de los tiempos, un político estadounidense de vacaciones en Cuba– por los cero grados de su ciudad, la tercera más grande de EEUU. No fue una decisión voluntaria.
Emanuel puede convertirse en la primera víctima política de envergadura en EEUU por las acusaciones de brutalidad y racismo de la policía. La muerte de tres personas negras –una en octubre de 2014, y dos la semana pasada– que estaban desarmadas a manos de policías de Chicago amenaza con pulverizar la carrera del que fue uno de los políticos más poderosos de EEUU. Paradójicamente, los afroamericanos de Chicago, con los que Barack Obama inició su carrera política, pueden costarle el cargo al protegido del presidente.
La crisis empezó hace más de un mes, cuando las autoridades de Chicago difundieron un vídeo en el que se ve cómo Jason Van Dyke, agente blanco, dispara 16 veces a menos de cinco metros de distancia a Laquan McDonald, un negro de 17 años que no se había detenido al darle el alto.
En la grabación se ve cómo Van Dyke vacía su cargador contra el cuerpo de McDonald, que murió en el acto. El incidente tuvo lugar el 20 de octubre de 2014, a las 22.00 horas, cuando la policía de Chicago recibió una llamada alertándo de que McDonald, que en el vídeo lleva un cuchillo en la mano derecha, estaba destrozando los neumáticos de los coches aparcados en la zona.
Que hicieran falta 13 meses para que el vídeo se hiciera público calentó los ánimos de los afroamericanos en una ciudad en la que las tensiones raciales han estado tradicionalmente a ras de piel. Chicago tuvo playas separadas para blancos y negros hasta mediados de los 60, y sólo la intervención de la policía –bajo órdenes del entonces alcalde, Richard J. Daley– evitó que los blancos lincharan a los negros y activistas blancos que se atrevieron a poner en práctica las sentencias judiciales que declaraban ilegal separar a la gente en la arena por el color de la piel.
Que Van Dyke haya sido acusado de homicidio no ha sido suficiente para los activistas. Y la situación se agravó la semana pasada cuando Quintonio LeGrier, afroamericano de 19 años, llamó a la policía denunciando que estaba sufriendo una agresión a manos de un vecino. Los agentes, aparentemente, entraron en el edificio disparando. LeGrier, que estudiaba Ingeniería, y Bettie Jones, una vecina de 55 años, murieron a tiros. Ninguno de los dos había llevado a cabo acción violenta alguna contra los policías ni contra otras personas del inmueble.
Así que Emanuel está en un brete. Llegó a la Alcaldía de Chicago con el respaldo de Obama que, aunque nació en Hawái, hizo la mayor parte de su carrera política en esa ciudad. El regidor es un político bronco, aficionado a los enfrentamientos (verbales) y que no suele perdonar las ofensas ni la falta de lealtad. Eso, sumado a su deseo de convertir Chicago en otro Londres, Nueva York o Washington –es decir, una ciudad para millonarios– le ha enfrentado a la población más pobre de la ciudad, hasta el puno de que, hace un año, el propio Obama tuvo que esforzarse para que fuera reelegido en las primarias demócratas a la Alcaldía.
(Puede haber caducado)